Tan aficionados que, de no haberlas a la vista, son ellos mismos -me refiero al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su cohorte- quienes las diseñan a conveniencia. Supongo que buscar un enemigo exterior, responsable del supuesto envenenamiento del fallecido Chávez, pretende concitar la indignación popular y, en consecuencia, el fervoroso apoyo a su refrendo como presidente del país, ya que se ha definido a sí mismo como «hermano e hijo» del fallecido.
Por eso, repito, para conspiración, la suya. Para empezar, explique de una vez el Sr. Maduro cuál era el tipo de tumor que ha terminado con su predecesor. Diga cuándo y en que forma pudo inocularse el cáncer (?), aporte datos que prueben que se le deprimió previamente la inmunidad y, desde luego, asesórese por expertos antes de propalar unas sandeces que le hacen flaco favor, siquiera frente a la gente medianamente informada. Porque el cáncer en humanos no aparece por inoculación. ¡Ni que Chávez hubiera sido manejado como un ratón de laboratorio!
Creo que el Gobierno venezolano debiera plantearse otras prioridades en su nueva andadura y, en paralelo, hacer lo posible para evitar el ridículo. Hasta donde puedan.
La cruda verdad de Venezuela ¿o parodia?
Más info aquí:
Me gustaMe gusta