Porque a la mayoría de quienes asistimos a las decisiones desde la banda, lo de la gracia graciable nos viene haciendo muy poca gracia. Pedimos (exigiríamos, pero todo sea por mantener el tono) normas claras, sin dobleces ni sometidas a otros imperativos que los que se hayan decidido y escrito de antemano. Con luz y taquígrafos. Más que nada para cerciorarnos de que la parcialidad, el amiguismo o el amparo de unas siglas, terminaron con el franquismo y no tienen hoy más relevancia que la ley; que esa Justicia con que se llenan la boca afirmando que es igual para todos, empezando por el Rey y su familia.
La doctrina Parot no puede aplicarse con efecto retroactivo. En consecuencia, docenas de delincuentes a la calle y nada que objetar, pero, ¿qué es esto de sustituir, con multa o sin ella, las penas de cárcel? Y es que aquí no se indulta a quienes roban para comer. O a los que dejan de pagar la hipoteca porque no tienen donde caerse muertos. Por contra, vean al valenciano Camps vestido de trajecito donado, a Blesa en la calle tras cuatro días, o sobreseídos los delitos del antiguo dirigente del PP, Gabriel Cañellas. Y si necesitásemos más ejemplos, el mallorquín Matas a por el indulto aunque cargue a sus espaldas algunas culpas probadas y decenas de presunciones (la presunción suele ser sinónimo de ulterior culpabilidad, demostrada o enmascarada); Ortega Cano va a solicitar el indulto, o la Infanta, que parece haberlo conseguido de antemano…
El asunto pasa ya de castaño oscuro, ¿no les parece? Porque no basta con decirse que algunos de estos, como otros muchos, se acostarán cada noche sabiéndose en su fuero interno merecedores de un castigo del que se libran por ser quienes son. Y es que para salir de esta crisis, que es también de confianza, lo primero que cabe exigir es ejemplaridad, coherencia y, si no es mucho pedir, transparencia, ahora que acaba de aprobarse una ley al respecto. ¡Qué risa, si no fuese porque es como para mear y no echar gota!
Te sorprenden los indultos? Recuerda a Vilá Reyes y lis 10mil millones de pesetas birlados al Banco de Crédito Industrial. Fue condenado a 225 años de cárcel pero ANTES de confirmarse la sentencia fue indultado por el Caudillo. La situación no ha cambiado demasiado.
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No, Carles. Sorprendido por los indultos no; más bien asqueado por comprobar que seguimos en el espíritu del franquismo, y no solamente en lo que respecta a los indultos. Siquiera en algún caso podría estar de acuerdo, siempre que se atengan a criterios inteligibles y que pudieran explicarse sin sonrojo, lo que no ocurre la mayoría de veces cuando se trata políticos y ciertos personajillos…
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El indulto me parece una prerrogativa del poder ejecutivo totalmente inadmisible en un estado que se reclama moderno, basado en la división de poderes. Si se respetase este principio básico nos ahorraríamos la indignación ante la arbitrariedad con que se aplica tal gracia.
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Absolutamente de acuerdo.
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Disculpas! Ya he visto mi comentario. Sólo añadir una ecuación:
PP + mayoría absoluta = franquismo
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Ecuación absolutamente pertinente, en mi opinión.
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Creo que cuando alguien ha sido educado en determinados grupos que se saben no sometidos a las normas del «resto de los mortales» no existen problemas de conciencia … sencillamente porque no la tienen. No son como el «resto» y por tanto se podrán acostar cada noche convencidos en su fuero interno de que la «justicia por ellos organizada» no les puede hacer merecedores de un castigo.
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Soy de la misma opinión. Sin embargo, hago votos porque no puedan conciliar el sueño. Si no es porque les grita la conciencia, siquiera que un moscardón (el no tenerlas todas consigo, quizá) les zumbe en la cabeza en cuanto cierren los ojos. ¡Menuda panda!
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Ser un recomendado de alguien del grupo, esa es la condición.
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