Nos hemos -nos han- hecho de tal modo, que nuestra capacidad de aguante puede ensancharse lo indecible y, para que se rompa la cuerda, ha de ocurrir un suceso frente al que incluso nuestra probada tendencia a tragar sapos sin un pestañeo, se rebele.
El Anteproyecto de Gallardón podría ser la espoleta. Porque no hay argumento, más allá de las creencias de cada cual -siempre en el ámbito de la subjetividad- que pueda refrendarlo. 
El sexista sometimiento de las mujeres a los dictados de la moral más ultramontana, tiene mucho que ver con la actitud y fines de los colonialistas tiempo atrás: dominar a los colonizados para mantener el propio estatus. 
En el caso de la Derecha, cohesionar a los más conservadores de entre sus filas y, para el resto, bastará con la disciplina de voto. Con esa intención, no tienen empacho en atentar contra la libertad de la mujer embarazada, imponer por la fuerza lo que en privado ellos mismos se saltarán a conveniencia -el dinero hace de la ley embudo, como podemos comprobar a diario- y convertir su verdad en norma de obligado cumplimiento.
¿Quién ha probado que un óvulo fecundado es, desde ese momento, un ser humano? ¿Por qué las malformaciones fetales graves no serán motivo de aborto aunque la mujer así lo decidiese? ¿Qué legitimidad les asiste para legislar con base a una opinión, la suya, socialmente minoritaria y que tampoco comparten la mayoría de países de nuestro entorno? En mi criterio, el Anteproyecto de Ley nos remite directamente a Popper: «Tenemos el deber de ser intolerantes con quienes se empeñan en destruir la tolerancia». Y convertirnos en siervos, añadiría. 
En esta ocasión, han traspasado una línea ética que muchos de nosotros no estamos dispuestos a borrar para resituarla donde ellos prefieran. Por eso creo que van a topar en hueso, como ya se atisba incluso entre algunos de sus correligionarios. Depende de nosotros abortar su proyecto y, de paso, la sumisión en que nos quieren.
Contar es vivir (te) 
¿Qué legitimidad les asiste? Fácil, la del Génesis: crear al hombre a imagen y semejanza de Dios y, a partir de aquí, indisponibilidad absoluta de la misma, aunque ello suponga que no sea una vida de calidad (digna y que merezca ser vivida)
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Absolutamente de acuerdo con tu interpretación. Un abrazo
J. Gustavo Catalán
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Tienes toda la razón en que han traspasado una línea ética.
Me indigno y enfado cuando oigo hablar de este anteproyecto que un soplagaitas de mentalidad anacrónica quiere imponer antes que atender otros asuntos mucho más necesarios para la sociedad. Hacen falta muchas reformas en leyes antes que esta aberración para una sociedad sumida en desigualdades que las leyes actuales permiten.
Y más como mujer.
Aquí ya llego al momento en el que la indignación me impide pensar con claridad y menos escribir; solo me salen improperios, aunque de esto hay mucho que hablar.
Espero que no salga adelante, no me hago a la idea. No puede ser.
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¡No van a conseguirlo! Estás combativa y eso me gusta. Es el único modo de influir en la Historia: la propia y, lo que es importante, para dejar un futuro algo más justo a quienes nos siguen. Un abrazo. Gustavo Catalán https://gustavocatalan.wordpress.com/
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En 1984 era vicedecano y recuerdo que ProVida organizó un acto antiabortista en mi facultad (biología de la UB) y se armó un sarao muy gordo. Han pasado 30 años!
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Algunos han quedado anclados en el pasado y para muestra un botón. Y contra el totalitarismo me temo que son necesarias terapias de choque. Porque cargarse de paciencia parece que les dé alas.
Gustavo Catalán https://gustavocatalan.wordpress.com/
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Creo q algunos barones del PP frenarán la ley, por otra parte muy hipócrita pues conozco antiabortistas q dejaron de serlo al saber q su hija soltera estaba embarazada
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