RESPECTO A PODEMOS, QUERER NO ES PODER

Y me permito el título pese a que la trayectoria de la formación que lidera Pablo Iglesias puede suponer un vuelco como no se había visto en este país desde la muerte del dictador. Podemos 4La reciente encuesta del CIS lo sitúa en posición inmejorable para que, a partir del año próximo (elecciones generales y autonómicas) esté en disposición de cambiar las reglas de juego en política y, visto lo visto, va siendo hora. Así pues, y con esta perspectiva, creo que podemos darnos la enhorabuena.

Al previsible éxito ha contribuido la formación y labia de sus líderes en un contexto de mediocridad y escándalos cuyo abordaje pone repetidamente en evidencia la hipocresía reinante. Podemos 2Podemos se impone porque es portavoz de la generalizada indignación, y surge en una época de crisis que trasciende la mera economía para herir la sensibilidad más abotargada. Podemos alumbra un horizonte distinto; no hay motivo alguno para dudar de la sinceridad, de la honestidad de sus portavoces y ahí está el resultado.

Podemos 6Sin embargo (siempre hay un pero, llegados a cierta edad), y asumida una seductora posibilidad de terminar con «la casta», el ulterior sosiego lleva de cabeza a considerar la verosimilitud de siquiera algunas de sus propuestas. Para empezar, ciertas acciones enunciadas (supresión del copago, reordenación de la deuda, aumento de recursos en sanidad y enseñanza, incremento de las pensiones más bajas y salario de subsistencia universal…) debieran ser cuantificadas si se pretenden creíbles. Otras están pidiendo concreción (apretar las tuercas a los ricos, evitar la evasión fiscal y otras corruptelas), y es preciso plantearse que no se pierde todo por un solo sumidero. Podemos 9La gente, «toda la gente» que intervendrá y votará , tiene su parte alicuota de responsabilidad en un fraude al erario público que alcanza, por acción u omisión, límites intolerables. Porque los pagos en negro por ahorrarse el IVA, las bajas prolongadas sin razón suficiente o una productividad laboral que está pidiendo en ocasiones mano de santo, son también, entre otras muchas, realidades a considerar. Con esos mimbres, las asambleas podrían durar lo que no está escrito. O hacer visible el iceberg sólo en la parte que duela menos a los circunstantes, con lo cual sólo se acabaría con las mangancias del vecino, que no con todas. Y tampoco es eso. Habrá que seguir escuchando La Sexta. Por cierto: demasiada Sexta para sus exposiciones. Ya parece un púlpito.

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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7 respuestas a RESPECTO A PODEMOS, QUERER NO ES PODER

  1. Luis Alegre dijo:

    Querido Gustavo: Es una pena, y quzá un suicido , que nuestros políticos no se atrevan, puedan, quieran, sepan …. reaccionar y cogere el toro por los cuernos, porque me da que a la gente Podemos le viene bien como forma
    de «ahora os vais a enterar» pero, más allá de eso, nos da pánico….

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  2. Efectivamente. No sé si tanto como pánico, pero muchos no vemos nada claro hacia dónde podríamos derivar, una vez que de las buenas palabras pasasen a la práctica.

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  3. Daniel Perelló dijo:

    Nada nuevo.
    Recomendable, por la fecha en que se escribió -1935-, la novela «Eso no puede pasar aquí» de Sinclair Lewis. Editorial: Machado. Año publicación: 2013

    Veremos…

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  4. Buscaré la novela. Y gracias por la sugerencia.

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  5. Mónica dijo:

    Estoy contigo con la necesidad de un cambio de reglas del juego.

    Y además quiero ser optimista. Hay que serlo.
    No nos quedemos con el “más vale malo conocido…”. No nos creamos las promesas: han sido, son y serán mentira.

    En estos momentos, llegados a tal punto, es de preferir cualquier devenir desconocido, incluso derivado de la inexperiencia, a lo que estamos sufriendo. Ineptitud, mediocridad, corrupción, cinismo, antidemocracia, mentira.

    Seamos valientes.
    Por el cambio.

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  6. Yo me debato entre el asco por lo que está sucediendo y la inseguridad frente a una alternativa que en mi opinión está falta de concreción, de datos… Es algo así como la duda antes de entregarte con armas y bagajes, aunque si me preguntas por otra opción, aún lo tengo menos claro. Creo que hay que seguir las propuestas de los próximos meses, leer los detalles del programa electoral… Aunque peor que lo visto es dificil de imaginar. Por eso su vertiginoso ascenso, supongo.

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  7. drlopezvega dijo:

    Lo que «asusta» del fenómeno Podemos es precisamente su endeblez. No es más que un personaje (con labia, sí, pero enfrentado a sparrings muy mediocres), cuya letanía adquiere peso tan solo por culpa de la degradación incomprensible de la política «profesional».

    Por hartazgo, en su día se votó a Ruiz Mateos como eurodiputado (iba vestido de Supermán). Por hartazgo, en Italia votaron a Grillo el payaso (no es insulto). No parece que el hartazgo sea un buen consejero político.

    En mi caso, el hartazgo es máximo y absoluto. Me niego a participar en esta pamema electoral. Lo de «un hombre, un voto» y «todos somos iguales ante la Ley» han demostrado ser puras falacias. Cualquiera que no sea tonto se percata de que su voto no sirve absolutamente para nada: lo traicionan sin rubor, lo alquilan sin vergüenza, lo dilapidan y putean sin más. Y solo nos quieren para aflojar los impuestos, que ya verán ellos en qué se los gastan.

    Abstención. A ver si llega el gozoso día en que vota apenas el 5% del censo. A ver qué hacen. Desobediencia fiscal. Vence la fecha límite del IRPF y ni Dios ha pagado. Llega la fecha del 2º plazo y nada, ninguna transferencia. Veríamos entonces. ¿Los funcionarios no cobraríamos, los pensionistas tampoco? ¿Se atreverían o rascarían los bolsillos de sus amiguetes, esos grandes conglomerados transnacionales que no pagan lo suyo y, encima, amenazan con la «deslocalización»? Abstención y rebelión fiscal. Ahí le duele, creo, y tiene que doler a fondo. Por hijoputas.

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