Que la Justicia no es una ciencia y tampoco virtud exacta como debiera, en palabras de Sánchez Ferlosio, va quedando cada vez más claro para la población de este país y es que, a las dudas sobre su mediatización, se añade la evidencia de una absoluta falta de equidad, cuando de políticos imputados se trata, respecto al común de los mortales, haciendo actual demasiadas veces lo ya repetido hasta la saciedad: que enfrentados a los jueces, no somos todos iguales y recuerden la canción: Depende, de qué depende…
Quien sea podrá advertir, visto lo visto, que el exministro de Medioambiente en tiempos de Aznar y posteriormente Presidente de Baleares, Jaime Matas, y el exvicepresidente del Gobierno y Presidente en su día de Bankia, Rodrigo Rato, se parecen más entre ellos, siquiera en el trato judicial recibido, que a cualquiera de nosotros de no contar con buenos padrinos. 
El primero, ha negociado y al parecer conseguido eludir 10 años de cárcel -por financiación ilegal de su Partido, el PP- a cambio de una multita de 18.000 euros y 2.5 años, lo que podría suponer no volver a pisarla en cuanto salga de la de Aranjuez. ¡Y encima, sin que sus antecedentes penales dificulten el regalo! Por lo que hace a Rato, para los cerca de 40.000 millones que supuso para el Estado el rescate de la entidad, 4.5 años según sentencia del Supremo y, como es palmario, la proporcionalidad respecto a la pena por robar un salchichón merecería de explicaciones adicionales.
Al «corinnado» rey emérito, recuerden, ni un pescozón. Y los miles de aforados, en demasiados casos presuntos pillastres, campando a sus anchas hasta el día de hoy; todos unos traviesos entrañables y no despreciables ratas a salto de Matas. O Ratos, por precisar.
Contar es vivir (te) 
Nunca sobra recordar que la justicia -siquiera´en minúscula- y la administración de justicia no son en absoluto equivalentes, como la medicina no es equiparable a los servicios médicos que la dispensan/gestionan. Uno desempeña con mucha frecuencia la función de perito ante los tribunales y ha llegado a la convicción de que todo asunto judicial depende de tantos actores y variables que es muy legítima (y perspicaz) la maldición gitana: ‘¡Tengas juicios y los ganes!’
En materia política, hay otros muchos elementos en juego: la dilación -y el correspondiente ‘olvido’ mediático; la maraña legal, inextricable hasta para juristas añosos; el yo te oí decir pero no vi nada firmado y tu cuñada en cambio afirma pero quién sabe si ese día te pusiste al teléfono. El papel inexcusable de algún empresario que puede seguir teniendo relevancia en la ‘nueva’ administración, obviamente menos corrupta… Todo eso lo metes en la batidora y sale un pan como unas hostias.
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«Hacéte amigo del juez; no le des de qué quejarse», decía Martín Fierro…
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Háceme mucha gracia el asegurado que amenaza al señor doctor con ‘llevarlo a juicio’ por lo que obviamente es una chorrada. ¿Qué le hace suponer, al pobre tipo, que el señor doctor no compartió pupitre y sigue compartiendo cenopios con Su Señoría? ¿No se le alcanza que ambos titulados superiores pueden opinar lo mismo del paisano incauto que toca análogos dídimos?
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El cambio del código penal además es de urgencia vital. La judicatura qué poco sé de ella, porque conocemos una ínfima parte de lo que nos alarma, pero creo que, cómo en la Sanidad, diariamente existen personas honestas y que realizan su trabajo. También es una conversación muy frecuente y que, desde hace muchos años mantengo, que no ha existido en la clase política la voluntad que funcionen los Juzgados, si observas al resto de la administraciones ves como se han ido agilizando informáticamente, todo lo contrario a ésta, y es otro elemento muy importante en su maquinaria diaria.
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Sin ser experto en el tema ni mucho menos, creo como tú que la Justicia está en este país necesitada de más recursos para que el personal pueda agilizar el funcionamiento, demasiado lento en opinión de la mayoría. Otra cosa son los sesgos que a veces se observan…
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Sí, lo comentaba cómo un elemento más de lo obvio…que no existe interés en su funcionamiento, por intereses políticos.
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También sin ser jurista, temo que nuestro sistema, más atado a los textos que a la jurisprudencia, resulta demasiado ‘corsetoso’. Cuando un amigo me cuenta su litigio, siempre me hago una idea bastante clara, por lo bajini, de si tiene o no razón. ‘Tengo un inquilino que no me paga’ (pero yo sé que el piso estaba hecho una mierda). ‘Mi compañero de trabajo es un zángano’ (pero él no llevaba librando todos los viernes desde tiempos de Nerón).
Dicenque en Inglaterra opinan que un juez debe tener: a) una cierta experiencia profesional y b) una cierta edad, con su correlato de conflictos conyugal-filiales. Si, encima, sabe algo de leyes, mejor que mejor: le encasquetan una peluca y ¡hala! A dirimir pendencias.
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Experiencia y edad pueden ayudar a muchas cosas. También a agrandar la abertura del bolsillo…
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