Aunque envejecer, morir, sea el único argumento de la obra, el progresivo aumento de la longevidad, siquiera en el mundo desarrollado, añade un problema a la obvia satisfacción. Me refiero al incremento en el número de pensionistas y un cobro tras la jubilación que, considerado en su conjunto, podría en un futuro hacerse insostenible con el actual modelo de reparto, poniendo en evidencia que la sobrevida, cuando exagerada, no es solamente y como afirmase en su día Juan Villoro una variante atroz de la muerte, sino castigo que se extiende desde los provectos/as al fondo económico con que se pretende atender a sus necesidades.
Del aumento en la esperanza de vida podría seguirse que acabáramos todos, cada cual en su momento, como aquel coronel que no tenía quien le escribiese y esperaba infructuosamente, un año tras otro, recibir el dinero que nunca llegó. Las soluciones se perfilan en el horizonte y ninguna de ellas invita al optimismo: rebajar la cuantía de las percepciones, retrasar el inicio de las mismas y, en paralelo, la que se diría más operativa, es decir, revertir la tendencia disminuyendo el número de pensionistas, lo que facilitaría a un tiempo que los podemitas pudieran multiplicar sin mala conciencia su tope salarial, como han anunciado, y también aumentase más, si cabe, el número de ministros y asesores con cargo a las prestaciones destinadas otrora a la ancianidad.
Por eso la ley de eutanasia en proyecto, sugieren los reaccionarios en este país, sin ver como suelen más allá de sus narices porque los tiros no van por ahí. Sin embargo, algo habrá que hacer como ha sugerido recientemente Christine Lagarde. Por lo que a nosotros respecta, potenciar los viajes del Imserso y la convivencia de sus usuarios en autobuses y pasodobles tras la cena, podría ser buen caldo de cultivo para que el coronavirus pueda campar a sus anchas en esa tercera edad, más sensible a sus efectos. 
El Imserso sigue, aunque se cierren colegios y anulen congresos, lo que parece apuntar en tal dirección y, a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. ¿Será el coronavirus la posible solución que demanda Lagarde? Y es que, como sabemos y quizá perciben nuestros mandamases, no hay mal que por bien no venga.
PD: Me acabo de enterar esta tarde de que se suspenden temporalmente (en principio durante 1 mes) los viajes del Imserso. A lo que parece, en el Consejo de ministros han leído el post, y por aquello de que no se diga…
Contar es vivir (te) 
Eso, y también los ágapes a base de arròs brut i porcella, pueden, a la postre (helado de tres bolas, por supuesto), solucionar definitivamente el problema de las pensiones.
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Pero no sirven eso, sino sopa y segundos sin hueso por mor de los precarios dientes. Podremos morir con virus, pero con las prótesis intactas.
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LAGARDE SI QUIERE LIQUIDARNOS QUE EMPIECE POR ELLA QUE ES MUY VIEJA YA
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Pues sí…
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Te siguen hasta en el Consejo de Ministros…
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Has escrito un tema con varios aspectos para debate, y créeme que cada vez soy menos propensa a inmiscuirme. Es obvio que los parámetros que existían hace años y que venían anunciándose ya no válidos, en el caso del aumento de los años de esperanza de vida el sistema no lo sostendría. Otra cosa es que el ultracapitalismo consiga que,no sólo los mayores, sino también otros sectores poblaciones, salgan perjudicados y, como ya comentaba en una de tus ultimas entradas, nos vemos sumergidos en otra nueva crisis, y claramente los mismos serán los perjudicados.
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Lamento que no exista un sistema posible de eliminar el comentario y hacer uno nuevo, porque, ando muy «perjudicada» 🙂
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¿Perjudicada? Anda ya… Y lávate las manos cada 3 minutos, como hacen algunos…
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Mira en eso no me pillas, ha sido un hábito adquirido desde hace muuuuucho, aunque sean cada 4 minutos…juas,juas. Besossss
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Ya, habia quién comento que lo de aprobar la eutanasia era como el campo que no tiene puertas, era una causa con doble filo, no es lo mismo dejar testamento vital con condiciones de no querer ser un vegetal, inactivo y terminar dignamente, los que asi lo seseen, que nos reunan para ser esterminados por cuestión de edad y ser carga económica, para el estado. Si ya sabemos que ese será posiblemente el final, puede que nos indiquen fecha de caducidad, de cada vez me sorprene más los sistemas. En la antiguedad se escuchaba los consejos de nuestris mayores y eran los dirigentes de las familias, jefes de tribus, y por experiencia el mayor y mejor consejero, se les suponia sabio, por sus vivencias y conocedor de soluciones para toda duda, ahora oimos cuando intentamos dar opinión ( que sabras tú,? Eso era en tú época!! Las cosas no son como antes ) expresiones muy parecidas ahora la mayoria van de sabios, pero al menor traspies, los mayores si somos útiles, si este es el ospel que queda para una población de jubilados, con energia todavía, para cuando conviene…que pena la mayoria con salud puede aportar mucho y no es valorada, por los nuevos cabezas pensantes llamados juventud .
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Recuerdo como antes hace unos años estaba castigada la eutanasia, incluso cuando era el deseo de algunos, como cambian las cosas ahora parece interesar facilitarla para minorar el coste de pensiones, cuando deberia ser una opción de cada cual, ya sabemos que ahora somos más longevos, y eso supobe un coste que pronto olvidan por lo que generaciones anteriores han pasado, en la antiguedas se veneraba al mas anciano por su sabiduria aprendida de la vida, ahora he oido a algunos jovenes, decir en medio de una conversación ( que sabrás tú los tiempos han cambiado !!!! Y pensandolo bién si han cambiado pero no mejorado en multiples aspectos. Y en caso necesario aún somos validos, también en muchas ocasiones.
Quién puede orientar, aconsejar mejor que un mayor, o » viejos» que ha pasado por tantos avatares y aprendio de la vida, ?? Creo que si hay salud los mayores podemos aportar mucho a los que nos siguen, por experiencias vividas, somos esa generación desgastada y aprovechada que parece no ser precisa .
Recuerdo a mi abuela aconsejarnos y orientarnos y con suma atención atender sus charlas con toda atención, hoy parecemos ser de otra galaxia.
Ahora pretenden decidir cuando hemos de poner fin según dictaminen unos cuantos gobernantes creo que cada cual deberia poder elegir su camino pero no por intereses económicos tal vez por no sufrir una inutil y dolorosa agonia. Me dan pena las generaciones venideras,
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Bueno: la ley de eutanasia en proyecto respeta absolutamente la decisión del enfermo..
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Hola D. Gustavo, esto ya parece una guerra biológica. Solo estoy oyendo, «» no salir de casa»». Desde luego será lo mejor. Pero aquí no nos lo han contado todo. Hay mucha gente, somos muchos, vivimos más, sobran personas. Veremos que pasará.
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Si que es cierto que somos más y vivimos más pero…..¿ estamos realmente concienciados de que vivir mejor no significa despilfarrar medios?. Cuando veo a mucha gente del Imserso me da la impresión de que comen para reventar, no para nutrirse, de que si no lo comen hoy ya no habrá posibilidad de hacerlo mañana, y lo cierto es que atiborrándose como lo hacen en esas salidas si que cabe la posibilidad de que mañana ya no puedan catar nada más.
Se nos olvida siempre que no es la cantidad sino la calidad de lo que tomamos.
Quizá una pausa en esos viajes permita que gente aún válida se salve del Corona y además no tenga una subida de colesterol o algo peor. Ese es al menos mi deseo aquí desde mi casa pues no podemos ir a trabajar, pero seguro que encontraremos mil cosas que acabar por el hogar y que llevábamos tiempo sin realizar. Más preocupante es que pasará si nos quedamos demasiado tiempo cerrados y sin clientes………….
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Cuando en el Imserso, también la salud debe ser atendida. En cuanto al corona, podría ser que las consecuencias más graves sean las económicas…
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Justo en el clavo!!!!
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Hola Gustavo,
en menudo lió estamos, quien se lo esperaba tan de sopetón? Con lo libres que pudimos llegar a ser! Todo termina.
Un saludo,
Antonio
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Todo alcanza un final, incluso la tristeza, como alguien dijo. Esperemos que estuviera en lo cierto. Un abrazo
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