Con Quevedo para el título, y es que cuando salimos a comprar, tirar la basura e incluso durante las esporádicas transgresiones a la cuarentena, la soledad acompaña y hay algo amenazador en la quietud que estos días nos envuelve. Ni unas risas o parejas cogidas de la mano ahí fuera, se acabó el vinito en cualquier bar tras ponerse el sol, nadie a quien saludar, los nietecillos desaparecidos como parte de la profilaxis frente a la infección, atentos a esquivar al improbable transeúnte y, en derredor, persianas bajadas, puertas cerradas y comercios clausurados que circunscriben este vasto y desierto paisaje que es en estos días nuestro mundo.
Se diría la nueva Comala de Juan Rulfo, donde ya no hay ni quien ladre al silencio. Las terrazas que frecuentábamos son ahora sólo meros recordatorios de un extinto ayer, la ciudad convertida en «no lugar» y por la noche las calles se han transformado en inquietantes desconocidas, 
mientras que de mañana, alargar el paseo hasta el quiosco trae aparejada la mala conciencia por insolidarios, así que, para quemar cuatro calorías, no queda sino recorrer la sala de estar por enésima vez y si en un piso, subir y bajar las escaleras evitando el pasamanos y sin más perspectiva que la de la pared. En tales circunstancias, el coronavirus no es sólo un eventual peligro corporal sino también pesadilla para el espíritu, omnipresente incluso en sueños y hacedor de un otoño que ha suplantado a esa primavera que la pasada semana anunciaba el calendario.
Vetada la socialización por mutuo interés y en las interminables horas de culo asentado, frente al escritorio o el televisor, aquella soledad del corredor de fondo que alguien describiera se ha convertido en la de un sepultado/a, y también vuelve actual al Machado de «Un mañana vacío y ¡por ventura! pasajero». Entretanto, la realidad circunscrita al monotema sobre incidencia, letalidad y un incierto porvenir de alarma opresora que es únicamente abono para los medios de difusión. Con todo, es preciso echar mano al optimismo de la voluntad, aunque se haga cuesta arriba alimentarlo sin tertulia presencial de por medio. Pero en esas estamos, y cualquier cosa antes que abdicar en la espera de un tiempo mejor, así que ¡ánimo! Y vivir quiero conmigo aunque sea por obligación, sin las añoradas compañías y haya que lavarse las manos, cada dos por tres, en tanto llega la vacuna. ¡Puto virus!
Contar es vivir (te) 
Bueno, peor lo pasaron Armstrong y los conquistadores de los polos, aunque ellos se hicieron un hueco en los libros (pdfs). En nuestro caso la memoria será colectiva, «nietecillos» incluídos.
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¡Jo! Pero ellos eligieron el reto a diferencia de nosotros, confinados al parecer a causa de los murciélagos y, como ellos, en la oscuridad…
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querido Gustavo
esta vez te veo pidiendo vacunas… gran deseo para el futuro. que este coronado no nos haga perder de vista las vacunas que ya tenemos, cuidate amigo que tenemos la edad del riesgo
xavier
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Saldremos de ésta, aunque permanecerá en la memoria… Y a cuidarse, Xavier. Una abraçada..
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Tal vez se haya hecho ese silencio extraño para que escuchemos algún mensaje que susurra el mundo. Tal vez, también, debamos inventar nuevas palabras para describir cómo sentimos aquí y ahora.
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Interioriando mucho: cabeza fría pero corazón caliente,
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Ortografía deficiente!
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Todo oídos ahora que tenemos más tiempo…
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Vale, empieza tú 😉
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Yo nací en 1963 y no sabía nada del episodio, pero en 1957 se propagó algo llamado ‘gripe asiática’. He leído (y hoy me lo ha ratificado el marido de una enferma, que perdió entonces a 2 hermanos) que murieron DIEZ MIL españoles, de un censo estimado en 30 millones. Pues bien, España salió hacia delante, con Franco y sin respiradores. Lo cual me lleva a desconfiar de todo discurso tramposamente cimentado en el ‘patriotismo’.
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Yo viví aquella gripe asiática, a mis ocho años. Solamente recuerdo que nos dieron unos días de fiesta en el colegio, con gran alegría por mi parte. Suscribo tu comentario final: sobrevivimos a pesar de Franco, y al «corona» no lo controlaremos con discursos patrióticos.
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Pues nada aquí pasando el tiempo, arrancando hierbajos y manteniendo conversaciones con los hijos, que por vivir una en Madrid una de las peores localizaciones y otro ejerciendo en Valencia de vet. nos va a salir la historia de la telefonía por la torta un pan. Pero al menos vamos comunicandonos y sintiendo que no estamos más aislados de lo que parece.
Si que espero que toda la historia de la contaminación,tanto marítima como vehicular y aerea aporte al momento de salir un soplo de oxígeno que buena falta nos hará. Pareceremos esos pavos reales y cabras que exploraban esa nueva sensación de espacio recuperado.
Así que a quedarse en casita, a ahorrar lo que se pueda y de esta manera cuando volvamos a salir ayudar a recuperar la economía, pues incluso los que nos hemos quedado en el paro por la crisis sanitaria ya sea por ERTE o sabe dios, supongo saldremos con unas ganas tremendas de reemprender nuestras vidas.
Un abrazo
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Personalmente no me está afectando en el ánimo este encierro. Oír a los pájaros en vez de tráfico, observar las calles sin apenas gente, cuando hace poco nos quejábamos de los pocos espacios dónde no había multitudes. Conocer la maravilla de la rápida incidencia en mejora del medio ambiente. La gran imaginación que se está desarrollando hasta el momento. Y, cómo han comentado, saber qué esto pasará. Y deseo con todas mis fuerzas, que nos sirva para conseguir inteligencia colectiva.
Ahora bien, me embarga un sentimiento de gran preocupación por lo que va a repercutir y seguro ya repercute, a una inmensa mayoría económicamente. Es el sentimiento que no me deja saborear esta situación tan inaudita. Ánimos y besosssss
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Creo que, efectivamente, la superación de la pandemia es cuestión de unos meses; cosa distinta será la economía del país y las repercusiones individuales que para muchos van a ser dramáticas…
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a recordar: 1) la pandemia de gripe estaba anunciada. SARS, MERSH, H1N1 etc fueron anuncios y prolegomenos. 2) cuando fuimos al armario de «abrir en caso de pandemia» no habia nada dentro! 3) las mascarillas etc venian de china, los respiradores bajo minimos i los planes de conmtingencia por repasar 4) la infomraion diaria oficial la co-presentan un epidmeiologo y 3 miilitares con una informaicon sobre virologia de primaria 5) el desborde hospitalario es heroico y agotador…
moraleja. este pais no aprende y no anticipa. tomad nota y no os pongais enfermos de nada durante unos meses
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Claro e inquietante.
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No se puede decir mejor…
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Siempre tenemos la idea de que a nosotros no nos llegará, seamos sinceros.
Quizá se nos olvida que enfermedades de este tipo siempre han existido, lo que es obvio es que la propagación era mucho más lenta, de hecho a paso de caballo/carro y ahora va a velocidad de jet.
Si que es cierto que en China han hecho un confinamiento bestial con mucha rapidez, pero en un pais tan grande como ese al reducir sus zonas, algunas se descontrolaron,el resto ha podido mantener su economía.
Hay una cosa pero que no entiendo, ¿por qué la policía cuando pilla a los que se pasan la cuarentena por el forro, teniendo incluso que placarlos, van tan desprotegídos? no mascarillas, no guantes, por favor que alguien les de tambien a ellos la protección necesaria.
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Ah de la almena! grita un forastero. El guarda contesta: B de Barcelona! (Este chiste me lo contaste tu en 1964)
El lun., 23 mar. 2020 9:00, Contar es vivir (te) escribió:
> Gustavo Catalán posted: «Con Quevedo para el título, y es que cuando > salimos a comprar, tirar la basura e incluso durante las esporádicas > transgresiones a la cuarentena, la soledad acompaña y hay algo amenazador > en la quietud que estos días nos envuelve. Ni unas risas o parejas c» >
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Carles: no sé com t´enrecordes… ¡1964! Com si fos ahir…
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Hola, tu respondon paciente que еn el 96 sobrevivio un cancer de mama gracias a tus cocteles. El 28e me ebarque en un vuelo hacia la Capital argentinapor un tema familiar planificando la vuelta a fin de Abril.
Sin comerla ni beberla me encuentro hace una semana con angustia y lagrimas, por mi familia
repartida en Manacor, Mostoles y Alemania’ ademas de amigos y conocidos de la Isla de la Calma,
Ironicamnte cuando pibe sobrevvi a la Malaria en Africa Oriental y me quedo el Epoc.
En los 50 casi no recuerdo como paso por Argentina La Gripe Asiatica pero vivi Con inmemsa alegria como la vacuna de Jonas Salk paro la Poliomielitis en seco y posibilito la pubertad a muchos..
Con 81 años en la mochila espero que Dios, la naturaleza y la ciencia nos den una mano.
Aca los politicos estan unidos con el Presidente pero lamentablemente muchos creen que la vida es Joda y que no pasara nada.
Un fuerte abrázo, Federico Fritz Schaupp
(presente en Buenos Aires Capital y con el espiritu en Manacor y Puero Cristo)
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¡Federico Schaupp!! Me acuerdo perfectamente de ti, porque incluso trabamos amistad. Espero que estés bien. Cuídate y si te apetece, podemos seguir charlando de vez en cuando, siquiera a través de esta plataforma. Un fuerte abrazo.
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bueno aca me encuentro en un hotel de 2 torres con otro huesped. Mi vuelta a la isla de la tranquilidad estaba planificada para el 25 de Abril pero gobiernos argentino, español y aerolineas se han unidad para que no podamos entrar ni salir, la aerolinia garantiza con un bono un pasaje de vuelta vaya a saber cuando y a cuanto. Una señora de menos edad pero tan en el sector de «abuelitas y abuelos» me dijo que no queda otra que espera o enfermar, el orden no era importante, pero si la esperanza de una nueva vida mejor.
Aca los argentinos estan teniendo como muchas veces lo mejor pero luego la embarran,
yo espero que por una vez no la embarren.
no soy mucho de plataforma y el Whatapp es para cortos chats. Prefiero los Email que se parecen mas a lo que era una carta. Me encantara volver a verte.
Un fuerte abrazo
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Federico: ¡ánimo! La isla te espera. Y yo tus comentarios… Un abrazo.
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Es un alivio disfrutar de este silencio, aunque me recuerda el motivo y eso entristece, ademas de los que estan afectados por las consecuencias que acarreará para un buén número de años para recuperar la parte de sostenibilidad del país.
Cualquier día se agrdece esta tranquimidad pero impuesta a ertadamente por los acontecimientos, se hace dura, he conocido varias pandemias que en su momento fueron temerosas, pero esta se lleva , toda la atención por su agresividad y actua de forma invidible, y antinatural
Estoy convencida de que es provocada, por luchas de poder y económicas, y es lo que memos aceptable se hace, por la ambición, de unos pocos tengamos que padecer muchos, sin contar el destrozo économico que dejará a su paso.
Mientras intentamos hacer algo,un granito de arena en una inmensa playa, un grupo de antiguas compañeras haciendo lo que nuestros politicos no son capaces de conseguir ( mascarillas y peucos) es nuestra humilde aportación, y el ofrecimiento a turnarnos para atender el teléfono orientativo para lo que pueden hacer, esa es una pequeña aportación a un hospital que tantas satisfacciones nos regalo sus pacientes con tan solo una sonrisa o una palabra amable…
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Nada que objetar y un abrazo por vuestra solidaridad. No me parece sin embargo que la pandemia sea provocada, aunque se insinuara en su día…
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Cuando en enero se hablaba del virus atacando a la población china, nunca me hizo pensar llegar hasta tal punto. Me entristece tanto oir como estas personas de edad avanzada en residencias, mueren solas, sin ningún familiar a su lado. Estamos pasando una gran pandemia, admiro tanto a éstos profesionales de sanidad etc. Espero que todo se arregle, me siento tan triste!!!. Un abrazo
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¡Ánimo! Acabará y volveremos a las andadas de antes… con muchos muertos que lamentar, eso sí, y la economía de muchos hogares hecha unos zorros…
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