MI ONG ECHA EL CIERRE

La ONG Voluntaris de Mallorca, con actividad desde hace más de 30 años, primero en Cuba y ulteriormente en Guatemala y Perú (pozos de agua, financiación de alimentos, becas escolares, atención sanitaria en aldeas selváticas…), a más de en la propia isla balear, ha decidido poner fin a su empeño solidario y, debido a las dificultades para viajes y contactos que se derivan de la actual pandemia, proceder a su definitiva disolución, con la justificación adicional de no hallar suficientes reemplazos entre los jóvenes para unos integrantes de la misma mayoritariamente en plena madurez. Todos son conscientes de una decisión que afectará gravemente a los otrora beneficiarios e incorporará a las vidas de los voluntarios tristeza y remordimientos pero, a falta de alternativas viables, habrán de cargar con la pesadumbre pese a saber, desde sus inicios, lo precario e insuficiente de la ayuda prestada en el contexto sociopolítico en que estamos todos inmersos.Los países desarrollados se llenan la boca de solidaridades varias allende sus fronteras, pero la compasión también es, por sobre las migajas que regalan, una estrategia que disfraza la vergonzosa historia de explotaciones en pos de la rentabilidad. Y las dádivas no alcanzan a la mayoría de necesitados ni pueden ocultar la prepotencia hiriente de los poderosos. El 20% de la población sigue controlando el 90% de la riqueza mundial; 200 empresas manejan un tercio de la economía planetaria y, entre los Estados y el Mercado (una pinza de efectos devastadores), el llamado “Tercer sector”, las ONGs, vehiculizan en buena parte las ayudas y suman en España más de tres millones de voluntarios; una abrumadora mayoría (es el caso de Voluntaris de Mallorca) sin retribución económica alguna en pago a su trabajo. No hay globalización de la solidaridad o la justicia, sino únicamente del interés económico. Sin embargo, hoy quiero poner el acento en esos/esas que actuaban y dedicaban parte de su tiempo libre y muchas veces incluso algo de su dinero para el alivio ajeno, lo cual, si más no y con independencia del resultado, subrayaba unos criterios morales radicalmente distintos a los que inspiran las intervenciones en el tercer mundo de quienes actúan según hacia dónde se decante el binomio riesgo/beneficio.

Sólo la utopía podía conferir el tesón necesario para continuar en el empeño, con cabal conciencia de que la autoestima ha de cimentarse en algo más que egolatría y buenas palabras. Intervenciones insuficientes, por supuesto, y parcelares como todos ellos saben muy bien porque tuvieron ocasión de verificarlo hasta la saciedad sobre el terreno, pero que no venció ese entusiasmo inmune a decepciones, a contratiempos y contagioso cuando se hablaba con ellos. Una rebelión íntima contra la iniquidad y el atropello, generosidad frente al pillaje y la ausencia de resignación convertida en acciones, con independencia de su trascendencia universal, traducía en alguna medida la voluntad de forjarse una identidad merecedora del propio respeto. En adelante, esos miembros de la ONG, soñadores, podrán decirse con toda razón que dieron un poco a cambio de mucho. Y que valió la pena. Espero que dicha certeza los acompañe en años venideros y, cuando cada uno de ellos recuerde con nostalgia lo que fue, también asuma que contribuyeron en la práctica a hacer con su esfuerzo, y más allá del simple deseo, un mundo algo mejor.

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
Esta entrada fue publicada en Actualidad, solidaridad y etiquetada , , , , , . Guarda el enlace permanente.

16 respuestas a MI ONG ECHA EL CIERRE

  1. Zèfir dijo:

    Excelente, aunque bastante melancólica reflexión…

    Me gusta

    • drlopezvega dijo:

      Dice Gustavo que 3 millones de españoles son voluntarios en ONG solidarias o proyectos afines. ¿No será como esos 3 millones de personas que padecen en España, dicen, una enfermedad rara? En fin,soslayo la sospecha de inexactitud y me pregunto cómo es posible que 3 millones de ‘voluntarios’ no se sobrepongan a los menos de 1 millón que, al parecer, están afiliados a algún partido político. Algo no cuadra: o los afiliados manejan el cotarro con fuerza desproporcionada a su tamaño, o los voluntarios claudican a la hora de orientar la política exterior.

      Pasa un poco lo mismo allende los mares. Los supuestos beneficiarios del ‘voluntariado’ serían la mayoría en sus respectivos electorados, pero no, no lo parecen. Siguen al mando, con mínimos retoques de maquillaje, los mismos que siempre lo han tenido. (Decenios después, por cierto, de retóricas ‘bolivarianas’ que han degenerado en un indigesto indigenismo.)

      Se plantea la paradoja, en última instancia, de cómo ayudar al que no agradece la ayuda, o no sin reservas. Tengo un amigo, ingeniero agrónomo, que se empeñó en mostrar cómo debían arar la tierra en un territorio africano cuyos vientos descarnan el suelo. ‘Debéis arar más hondo, les dijo, para proteger la semilla’. Pero se negó el Consejo de Ancianos, porque eso significaría ‘infligir una herida al mundo’. Yo le rogué paciencia, pues al año siguiente entrarían en razón. ‘El único problema -me respondió- es que el Consejo se reúne cada SIETE años, irrevocablemente’..

      No hay voluntario que pueda contra el fanatismo chorrolo.

      Me gusta

    • Zéfir: en este semiconfinamiento, la melancolía se expande…

      Me gusta

  2. Anónimo dijo:

    imparable camino hacia el mundo feliz!
    xavier bosch

    Me gusta

  3. Rosario Ferrà dijo:

    ¡Que lástima! espero que se queden con el buen regusto y con las muchas personas que conocieron y las experienzas gratificantes que llevan acumuladas en su vida.

    Le gusta a 1 persona

  4. Pilar Bonilla dijo:

    ¿Cuántas noticias pésimas tenemos que ir conociendo?. Lo lamento porque soy colaboradora en varias. Un artículo que apoyo absolutamente, especialmente escrito con un humanismo muy hermoso y escaso en estos tiempo. Muchos son los debates que he vivido sobre las ONG, y no te cuento las veces que se me argumentaban que era para lavar nuestra conciencia, y precisamente destacaba estas donde el voluntariado era y es un movimiento de implicación personal ante tanto vulnerable. Tú mismo nos descubriste cómo estuviste ejerciendo antes de venirte a Mallorca, y sabes que conocemos muchas personal del ámbito sanitario que han optado por utilizar sus periodos vacacionales en esta labor, incluso meses o años de permisos o excedencia. Mi absoluto respeto y agradecimiento a quienes ahora se ven en esa tesitura de tomar tal decisión.

    Me gusta

  5. Absolutamente de acuerdo contigo. Una pena, pero irremediable tal y como han ido las cosas…

    Le gusta a 1 persona

  6. Francisco dijo:

    Doloroso.

    Me gusta

  7. Joaquín Cobarro dijo:

    Siempre he considerado que no se daba tanto pues el placer de dar es muy superior al esfuerzo realizado. Algo me costaron varias acciones desarrolladas en el campo de la cooperación, pero el trabajo en esos lugares siempre fue mucho más gratificante para mi que lo que yo daba. Quizá sea una manera de dar la vuelta a la tortilla, pero el placer de sentir esa humedad, ese característico olor y esos colores al bajar la escalerilla del avión llegando a cualquier país africano, es insustituible.

    Me gusta

  8. ¿En qué países de África fuiste cooperante? Mera curiosidad…

    Me gusta

Deja un comentario