ENTRE TURISTAS Y PEDOS DE VACA

                    La masificación turística no es una epidemia mundial pues depende de varias circunstancias que no coinciden en todo lugar pero, donde sucede, modifica sin duda el estar de sus habitantes y el medio en que se desenvuelven. Suele ser estacional, aunque la temporalidad podría decaer y, sea como fuere, el aluvión de visitantes provoca reacciones contrapuestas en la población residente y también entre los gestores de la comunidad. Porque se sufre con ellos pero a un tiempo muchos viven de ellos, y en paralelo a calles, terrazas y restaurantes atestados, aumento del ruido y muchas veces un mal dormir por juergas hasta altas horas, buena parte de residentes consiguen trabajo; también la cadena de beneficios para muchas empresas se vincula al bolsillo de los llegados y tanto más cuanto mayor el colapso de carreteras, puertos y aeropuertos.

                      La situación ejemplifica lo acertado de quien sentenció que no existe progreso sin contradicciones y que los beneficios se sobreponen a los principios, lo cual ya ocurría en tiempos de Séneca cuando acusaba a algunos de hablar de una manera y vivir de otra. Enfrentados a un turismo excesivo, la deseable sostenibilidad de organización y entorno se modifica en su perspectiva para pasar a depender del punto de vista, y así, puede apoyarse a un tiempo la restricción de llegadas y la apertura de nuevos negocios para la clientela foránea, anunciar la limitación del número de cruceros junto a la ampliación de carreteras y aeropuertos o, por no seguir, perseguir una reducción de la contaminación producida por los vehículos a motor mientras los de alquiler se multiplican por miles.

                   Huida de muchos ciudadanos hacia lugares más tranquilos mientras otros aplauden la plétora y así ha sucedido en Venecia donde, en comparación con medio siglo atrás, la población censada se ha reducido a un tercio. Algo parecido a lo que ocurriría de ser invadidos por las abejas de las que, picaduras aparte, comemos, y sin su polinización el futuro se complicaría. ¿Insecticida o encerrarse en casa hasta que se alejen? Ese turismo de millones nos ensucia el aire y espacios vitales, pero buena parte de la economía en algunas comunidades e incluso países se basa en su presencia. También, como se sabe, los pedos de las vacas sueltan un metano que puede contribuir a terminar con nosotros, pero es ilusorio perseguir solución por parte de unos ganaderos que viven de ellas y quizá únicamente los veganos podrían compararse a esos dos tercios de venecianos que han decidido poner pies en polvorosa. En conclusión: ¿soluciones al gusto de todos? Pues no las hay y, entretanto, paños calientes o, para mayor precisión, templados mientras nos pican o el culo de las vacas nos sigue amenazando.

Avatar de Desconocido

About Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
Esta entrada fue publicada en Actualidad y etiquetada , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

5 Responses to ENTRE TURISTAS Y PEDOS DE VACA

  1. Avatar de Rosario Ferrà Rosario Ferrà dice:

    Muy bueno, pero si que es cierto que la masificación, llamémosle fama, está matando la isla, no por que venga mucha gente, sino porque a la gente que viene, los residentes/indígenas les importamos un pimiento. Alguien dijo una vez que los que diferencian entre turistas y viajeros es que no saben de que hablan y ahí discrepo. Para mi el viajero es aquel que muestra interés por el lugar que visita, por sus gentes y por su cultura; a cambio el turista viene a hacerse fotos, quemarse al sol, atiborrarse a alcohol y encima se molesta si no se le trata a cucharilla de plata. Si, he trabajado en turismo y si, me harte de reclamar a los turistas que no me alzaran la voz reclamando cosas que no habían reservado y por lo tanto pagado. Que el hecho es que llegaban y llegan muchos aquí con unas expectativas de conquistador norteño que te dejan pasmadito. La isla tiene que estar limpita para su llegada y cuando la abandonan…..
    Y si es cierto que generan empleo pero la precariedad de este no deja de estar ahí, horas interminables y un futuro fantasma que al igual que estos tiene el poder de aparecer y desaparecer como vengan mal dadas o seas una persona de cierta edad y a los ojos de empleadores no válida, pues reclamas más derechos que los jóvenes que se alegran de tener su primer empleo……
    En fin sé que me he alargado pero es algo que me toca muy cerca, turistas en una casa al lado en un alquiler ilegal, escondido bajo un arrendamiento de un par de años….

    Le gusta a 1 persona

  2. Rosario: quienquiera que te lea reconocerá que sabes muy bien de lo que hablas. Espero más comentarios pero no a mi post, sino a tus reflexiones. Un abrazo.

    Me gusta

  3. Avatar de Cati Colom Llado Cati Colom Llado dice:

    La isla de la calma,dista mucho de ser de la calma,en éstos tiempos que corremos.La masificación de turistas se nos a desbordado.Vivo en un pueblo y la verdad entre turistas extranjeros,y sudamericanos,ya no conoces casi nadie.Añoro aquellos tiempos que en los pueblos todos se conocian.Peró ésto ya és historia.Un abrazo D.Gustavo.

    Me gusta

Deja un comentario