SIGUE EL REQUIEM PARA MUCHAS LIBRERÍAS

                  Tras 55 años de actividad, a finales del pasado agosto cerró la librería Lagun, en San Sebastián. Lagun Artea (“entre amigos”) reza una inscripción en la fachada de la casa donde nací, en Villafranca de Ordizia y, atraído por la coincidencia, me ha dado por recordar la suerte de otras tiendas de libros, muchas también en trance de desaparecer, como yo mismo, del lugar donde despertaron a la vida; para cambiar de ubicación en unos casos o, lo que es peor, regresar a la nada.

                     Tal vez me haya referido al tema en alguna otra ocasión aunque, si así fuera, no está de más volver a él dado el impacto que el hecho puede causar en muchos de nosotros, lectores desde la infancia y en absoluto acuerdo con Montaigne cuando advirtió que, sin libros, perderemos la mejor munición para el humano viaje. El caso es que, según se publicó, en este país viene cerrando cada día más de una librería en promedio por un cúmulo de razones: más de un tercio de españoles no lee y, a resultas de ello, ventas e ingresos en la cuerda floja, a lo que se suma el aumento de la lectura digital frente a la analógica, el alquiler de los locales a límites muchas veces inasumibles o, según se viene apuntando, la novela en trance de agonía…

                       Por esas y otras circunstancias, la pérdida de las que frecuentábamos tiempo atrás sigue imparable y alimenta nostalgias varias; no sólo por la muchas veces entrañable relación con el librero/a y la seducción frente a unas estanterías repletas de promesas para el disfrute, porque también el local era albergue de sustanciosas charlas y reuniones para el intercambio de opiniones, así como sugerencias para las lecturas por venir. Así ocurría en Ágora, junto al Hospital General de Mallorca, regentada por Ramona y que cerró sus puertas y nuestros encuentros allá por 2011. Muchas de las librerías de segunda mano son hoy memoria arqueológica e igual ha sucedido con la llamada Masdevall, en la Figueres que viví de joven o, cerca de mi actual domicilio en Palma, La librera del Savoy cerrada y en vías de traslado a quién sabe dónde.

                   Claro que aún sobreviven otras y a veces emblemáticas, pero ese futuro, amenazador para una mayoría, preocupa porque, de aceptar (Mallarmé) que el mundo existe para acabar en libros, esos recipientes donde según Emilio Lledó reposa el tiempo, empezamos a preguntarnos dónde nos aguardarán para que podamos elegir el que nos acompañe en los días que seguirán.

Avatar de Desconocido

About Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
Esta entrada fue publicada en Actualidad y etiquetada , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

3 Responses to SIGUE EL REQUIEM PARA MUCHAS LIBRERÍAS

  1. Avatar de Desconocido Anónimo dice:

    La verdad es que si bien es cierto que la gente continua comprando libros, muchos lo hacen a través de internet, de ahí que cuando encuentro una librería que es traspasada a alguien joven me alegra muchísimo, algo así ocurrió con la librería Jaume de Montsó cuando su propietaria se jubiló pero la suerte es que la cogió alguien joven y ahora es Insula literaria, un lugar donde comprar, encargar y trastear a la búsqueda de algo nuevo y de este modo no perder ese fantástico vicio que es leer.

    Le gusta a 2 personas

  2. Avatar de pilarboni Pilar Bonilla dice:

    La infinita Ágora, qué delicia de espacio, cómo otros ya desaparecidos. Es cierto todo lo que describes, aunque todavía resisten algunas otras para los que leemos en papel. Les seguiremos en la complicidad.

    Me gusta

Deja un comentario