Lo que hace unos años llamaban, respecto a la política y sus aconteceres, descripción, crónica o exposición de despropósitos, ha pasado a ser “relato”. Y el nombre que ahora emplean quizá obedezca a la sugerencia de Hemingway: “El relato ha de ser como un iceberg, que sólo muestre la octava parte de lo que hay”. En este caso, y visto lo que nos cuentan de sus manejos, apenas la punta.
Y ahora, “la máquina del fango” de la que ya hablara Umberto Eco, así que en lugar de «exposición de desvergüenzas varias», transitamos por un “relato del fangal”: metafórico eufemismo para obviar las más claras “acusaciones de mierda”.
Por lo demás, Pedro Sánchez ha sustituido en varias ocasiones “máquina” por “maquinaria”, supongo que aludiendo a un complejo instrumental que lleva a preguntarse si la elaboración del fango será un proceso laborioso; que no viene ya hecho y, lo que parece más propio,
precisará de la mezcla previa de agua y polvo, porque en otro caso y sin componentes que lo precedieran, sólo nos ensuciaríamos con él los zapatos y en tal caso tal vez Zapatero, acérrimo defensor del Presidente, tendría algo que objetar.
Sea como fuere, estamos una vez más y sea relato, fango, cieno o lodo, frente a palabras que disfrazan la realidad, estrategia ésta a la que los gerifaltes nos tienen acostumbrados. En Madrid se hablaba, en lugar de privatizar la sanidad, de externalizarla, los gitanos pueden ser romanís y los negros, subsaharianos. En USA llamaban al bombardeo sobre Serbia “Intervención humanitaria”, a las torturas, “Técnicas reforzadas de interrogatorio” y, por no extenderme en exceso, Lina Meruane contaba, cuando ejercía allí de periodista, que el nombre de Israel había pasado a ser “Entidad sionista”.
Y en esas estamos. En el relato donde mentiras, calumnias, conspiraciones y contubernios caben, sin mayor precisión, como elementos de un fango que parece embarrar al oponente con suma facilidad. El caso es que si el lenguaje de los gobernantes va a continuar por esos derroteros, ¡arreglados vamos si hemos de interpretar el relato de icebergs en un cieno que será cualquier cosa menos transparente!

Complicada la polÃtica Española actual estimado Gustavo, pero al menos ahà pueden uds opinar, en mi Cuba ni eso, quien lo haga en contra del gobierno va directo a la cárcel y sobre todo los intelectuales a quienes Fidel les leyó la cartilla en 1961 diciéndoles â a favor de la revolución todo, en contra nadaâ y todo aquel que infringió esa â leyâ fue a parar a las mazmorras. Espero la paz y el respeto se establezcan e n la polÃtica española, abrazos
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Mario: comprendo que vivas en Canadá… Un abrazo
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Yo, más que disfrazar la realidad, creo que es para obviarla directamente. Y no me acostumbro a tanta zafiedad, me indigna y rabio ante tantas barbaridades. Este es un camino donde no veo ninguna posibilidad de enderezar esta deriva, para nuestro pesar.
Y muy visionario Umberto Eco, adelantando la que se nos avecinaba con las redes sociales, sin olvidarme de los medios agitadores de bulos, que recogen no solo ciudadanos, también políticos.
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Es difícil sustraerse a bulos, mentiras, intereses ocultos… Pero hay que intentarlo, ¿no? aunque a veces produzca insomnio…
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Ya lo hemos comentado en otras ocasiones, ponerse filtros imprescindibles.
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