Cuando comencé con esto del blog, no tenía muy claras utilidad y motivación más allá de la inmediatez con que podría ordenar alguna reflexión, alguna ocurrencia… No se trataba de hacer literatura lo que, a mi juicio, exige de mayor concentración, durante más tiempo, y de un argumento que puede haberse gestado a lo largo de años. Tampoco se trataba de perseguir la originalidad -entre otras razones porque el adanismo se diluye con los años- o reemplazar mi vena periodística renunciando al papel. Por lo que hace a eventuales lectores, bienvenidos serían los pocos o muchos que pudieran curiosear los tres párrafos que me impuse para no caer en la pesadez.
Así que, los post, cortitos, sin otra periodicidad que la que dictasen mis ganas y, por el hecho de poder transcribir de vez en cuando lo que me pasara por la cabeza, me daba por satisfecho. Sin embargo, nunca pensé que a su través pudiera recobrar a amigos/as que fueron; que lo siguen siendo pese a una distancia que el blog ha conseguido borrar.
Para el pájaro el nido, para la araña la tela y para el hombre la amistad, dijo en su día William Blake. Y cuando esas viejas amistades, inmunes a la distancia pero añoradas precisamente por su lejanía, 
algunas siquiera de entre ellas vuelven a perfilarse con emocionante nitidez a través de un comentario, importa menos cuanto opinen que la vivificante ráfaga de cariño que supone su nombre y los recuerdos agolpados que trae consigo. ¿Qué más decir? Pues lo más importante: que si hubiera sabido de algunos reencuentros, habría iniciado este blog mucho antes. Junto a mi primer ordenador. Y hoy no tengo duda alguna de que seguiré con él; por imaginar sus caras y revivir aquellos días en que podíamos vernos. Mientras el cuerpo aguante.
Contar es vivir (te) 
Cuanta razón tienes en lo de la amistad, y lo que uno llega a descubrir, en relación a eso con el paso de los años..
Un abrazo enorme
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Para echar la vista atrás hay que tener cierta edad, como a lo que parece ambos sabemos…
Un abrazo
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Un blog permite conectar con gente de sensibilidad igual o similar a la propia, y eso tiene un valor muy preciado. Dicho «encuentro» quizás nunca sería posible (por diversas causas) pero gracias a este medio se nos otorga la posibilidad de coincidir con otras miradas que resultan ser sumamente enriquecedoras.
Le deseo una feliz semana.
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Loretta: será un verdadero placer el empezar a conocernos, siquiera por este medio.
Un muy cordial saludo.
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Gracias por la oportunidad de blogear.
Un cordial abrazo.
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Si te gusta, díselo a tus amigos (es broma, pero conviene sonreír de vez en cuando, ¿no?)
Un abrazo
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Los años nos enseñan a apreciar lo bueno, a prescindir de lo prescindible y a valorar los momentos de complicidad. Sigue con el blog Gustavo, sin dudarlo. A mi me gusta y se lo digo a mis amigos, y eso no es broma.
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¡Jo, Carmen. Qué inyección de moral! ¿No podrías hacer comentarios parecidos cada día?
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vaaaaale jeje
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