PARA MI AMIGA VIRTUAL, SI PUDIERA LEERME

Hará cosa de un año que nos descubrimos a través de Internet y empezamos a escribirnos, ¿recuerdas? Desde la distancia y sin conocer del otro mas que opiniones sobre temas dispares, fuimos estableciendo nexos, complicidades y hurgando en las divergencias. Criticabas la posición de mis comas en algún que otro post, y yo te rebatía -pese a tu condición de profesional en ese ámbito- tomando a un tiempo buena nota. Después, supimos de nuestras respectivas familias, yo de tu enfermedad y los mensajes se fueron espaciando. Estabas mal, me decías de una analgesia insuficiente, te aconsejé como mejor supe e intuyendo lo precario de tu estado, sugerí que fueras tú quien estableciese la frecuencia de unos mails a los que puntualmente respondería.

duelo 1Sólo eres un nombre; un puñado de frases y, sin embargo, me duele tu ausencia desde que esa amistad, nacida de las palabras, se ha quedado sin ellas. Porque ahora estás junto a mi sin romperme el silencio; sin saber siquiera si sigues aún ahí como promesa de sintonía….

Vivir quiero conmigo, decía Fray Luis de León. De hacer mía la frase, en ese conmigo está el adivinarte en algún lugar y, seguramente, sonriendo. duelo 3Te has convertido, Cristina, en luciérnaga de mi memoria y en la causa de un duelo que acaba por doler. Por eso, necesito el indicio de que puedes volver. Sin que por leerme te sientas obligada a ello. No sé cómo conseguirlo ni cómo hacerte llegar, sin romper mi promesa, que sigues alumbrando el ingobernable deseo de saber, en secreto y una vez más, de ti.

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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4 respuestas a PARA MI AMIGA VIRTUAL, SI PUDIERA LEERME

  1. Loretta Maio dijo:

    Desear el regreso es como detenerse en el tiempo. Tal vez, si seguimos andando mientras el corazón aguarda, la vida nos conceda nuevamente aquellas cosas que tanto bien nos hicieron; no quizás del mismo modo o con el mismo rostro pero sí, con la misma esencia que nos satisfizo en aquellos tiempos. Dolor y deseo muchas veces van de la mano y, en ocasiones, recorren juntos un largo trecho. Sin embargo, una vez hecho el camino, ambos se transforman en un bello recuerdo; recuerdo que nos enriquece y nos estimula a amar aún más la vida.

    Desde Argentina le envío un abrazo cordial.

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  2. mi corazón aguarda a alguien sin rostro, aunque ambos nos mirásemos a los ojos. Espero que la memoria, mientras espero (Piglia, un compatriota tuyo, dijo que la memoria existe para el olvido), no me juegue una mala pasada. No va a poder, suceda lo que sea.
    Un fuerte abrazo desde Mallorca

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    • drlopezvega dijo:

      Por algún sitio he leído que la vida no es la airosa alfombra de Aladino, sino una urdimbre de renuncias. Las amistades se pierden (a veces por la pura ación erosiva del tiempo, que inexorablemente nos desdeña), las filias pierden su luminosa atracción de antaño, la salud retrocede ante las huestes de tejidos achacosos.

      ¿Cómo es posible que hayan transcurrido 30 años desde la última vez que hablamos con ese amigo que era insustituible, que era presencia constante y en algún momento se evaporó de nuestro corazón? No es fácil eludir la palabra «culpa», pero sobre todo no es fácil atribuirla a alguien concreto. El destino, las circunstancias, el trabajo, el azar… Siempre habrá un culpable o al menos un buen pretexto, pero permanecerá en el aire la pregunta que a mi entender no tiene respuesta. ¿Hay remedio? (Quizá tenga respuesta, pero muy dura de sobrellevar.)

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  3. Creo que tienes razón en cuanto dices. Pero duele…

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