Hace unos años escribí sobe el tema y seguimos en las mismas. Los medios aportan, mayoritariamente, lo peor de cuanto pueda ocurrir como abono para la frustración de oyentes o lectores, y es que tal vez apuesten por fomentar la angustia como mejor modo de hacerse con clientes. En línea con El caso de unos años atrás.
En Sumatra, tres erupciones de volcán en una semana y, el de Méjico, expeliendo humo a más de 500 metros de altura. Dos jóvenes detenidos por torturar a un gato y el petroleo desparramado allá por San Mauricio; incendios en Orense y un pájaro se clavó un anzuelo en la pata, inundaciones en Estepona, la DANA rompiendo cuanto encuentra a su paso, explosión de Repsol, Portugal y California asoladas por los fuegos y alguien golpeó en la cabeza a un anciano de 91 años con una silla. El hielo de Groenlandia ha llegado al punto de no retorno y su fusión llevara aparejados nuevos virus, el del patinete chocó contra una farola y dejemos para otra ocasión el «Banco no Banco» como mejor estímulo para la imaginación antinómica y átame esa mosca por el rabo.
Mejoras también las hay, aunque dar con ellas exija nadar contra corriente. Nuevas terapias para el cáncer o la calvicie, viajes a menor precio o un aumento de la longevidad desde los 34 años en 1900 a los más de 84 actuales, aunque por seguir con el «Todo negativo» de Van Gaal, los comentarios seguramente pondrán el énfasis en que, a mayor edad, también más tiempo para la decepción y el sufrimiento o, si las diferencias salariales entre géneros tienden a la baja, alguien aducirá un día de estos que la economía empresarial pagará las consecuencias. En conclusión: para lo peor no hay final que valga, por remedar lo que dicen en Italia. Esa es la tónica y, si va a continuar, apaga y vámonos en vez del más alentador «Enciende y tráete dos copas para celebrarlo».
Efectivamente, ya desde hace años padecemos esa asfixia y agobio de informaciones pésimas, y penosamente las qué seguirán. Harta de leer un comentario constante: merecemos la extinción, qué jodios pues muchos no, extinguete tú,
Añadiendo a las buenas noticias qué comentas, hay que hurgar en la prensa los apartados de cultura y demás, que haylos. Más que nada, para ponernos «unas gafas» en el intento de salir de esta atmósfera irrespirable.
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Parece que las noticias macabras o llamemoslas negativas, atraen má al lector o espectador de medios informativos y no lo publica una cadena no, cualquiera que se elija están con la misma noticia parece que hay una lucha a ver quien la explica con más morbo y así atraer más audiencia o venta pues en ese aspecto incluyo » a la prensa escrita y con más ahínco la televisiva» una sobre‐ información que su que no deseemos preocuparnos es tan repetitiva que aumenta el pavor y el temor, que hace para muchos convertirlo en » miedo » y yo me pregunto que tal vez eso sea lo que pretenden, ( portaos bien y obedecer que viene el coco y se lleva a los que duermen poco ) un comportamiento que ya se conoce por generaciones pasadas, y a eso hay que te.er a que no nos conviertan en un país stemorizadovon el mensaje subliminal, acatar lo que decidamos que es lo mejor y eso es peligroso un país con miedo, un pais sometido se convierte en un rebaño de exclavitud, siempre oi decir a los mayores esa es la baza de todo aspirante al poder un país sometido es un país vencido, y esto no es nada de que se sepa, en cualquier ambito de la vida, si se deja que el temor y el miedo te manipule estas perdid@
No estaria mal reflexionar y saber defender lo que se tiene ganado antes de perder lo que tantos exfuerzos costo.
Evitar retroalimentarse de tantas informaciones nocivas y recojamos las buenas que también las hay, porque tal vez en esa abtitud se e engrandece el equilibrio, mientras no permitais que la angustia de ta ta nefastas y aumentadas inviten al desespero.
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En estos tiempos que corremos,llego a tal punto que casi prefiero no mirar las noticias.Todo son malas noticias,y es que esto es lo que se vende.Un caos total,en la vida también hay cosas que al oirlas te alegran,como soluciones contra el cancer,que ésto es peor que un coronavirus,etc.Pero por desgracia en el país que vivimos lo solucionamos casi todo con negatividad.
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Y ni te cuento de los diálogos entre políticos de distintas formaciones…
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«Un artículo de lo más positivo» 🙂
Saludos,
Toni
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A ver si toman ejemplo de «positividad» los medios que inspira Van Gaal… Un abrazo.
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