EL ESTÓMAGO A LA SOMBRA DE LA IGLESIA

Como la mayoría de ustedes, he comido o cenado en lugares varios y rodeado de los entornos más diversos: frente a bosques y llanuras, hechizado por el paisaje o ensordecido por los tubos de escape, contemplando el mar, los puentes sobre el Sena o en un interior sin apenas aireación. Pero en los pueblos de esta Mallorca donde vine a recalar para mi suerte, restaurantes y baretos los hay siempre en las plazas de las iglesias, al abrigo muchas veces de la fachada e incluso, en ocasiones, cerca de una escultura de Cristo junto a la puerta principal y con el dedo de éste, o de una santa, apuntando hacia los comensales sentados a pocos metros.

           Si de cambiar la sugerencia de Brillat Savarin, “Dime lo que comes y te diré quién eres”, a alguien se le ocurriese insinuar “Dime dónde comes y te…”, empezaría a preocuparme dada mi querencia por dichas plazas. No obstante, en la elección hay indudables ventajas, ciertas o imaginadas, y es que El cielo protector, título de la novela de Bowles, trasciende la literatura cuando sentado y mirando hacia lo alto. Parecida inspiración puede llevar al cliente, bajo los influjos sagrados, a sorber el vino de su copa como si de un cáliz se tratara y, de ser preguntado por el camarero sobre la calidad del mismo, contestar “divino” quizá sea la espontánea respuesta.

            En suma, que bebidas y condumio se vuelven especiales cuando distraemos la espera de las mismas con la observación de la arquitectura y estilo del rosetón, torres y agujas, estatuas, puertas y dinteles… Tanto es así, que incluso los descreídos obtenemos un especial placer en llenarnos la andorga en dichos lugares. Como quien dice en gracia de Dios. Y los creyentes, quizá sientan algo parecido a la levitación…

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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6 respuestas a EL ESTÓMAGO A LA SOMBRA DE LA IGLESIA

  1. Pilar Bonilla dijo:

    Nueva coincidencia contigo. Esa mirada, sobre todo fuera de verano y entre semana, es deliciosa y especial. Veo Sóller en las fotografías que acompañas, donde esta norma no se cumple, turismo sea cualquier día o estación, aunque es un encanto. Y en muchos comidas de calidad mallorquina.

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  2. Cenar en la terraza de un pueblo es uno de los placeres que aún podemos darnos…

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  3. Cati Colom Llado dijo:

    Es todo un placer,una cena en estos lugares maravillosos que tenemos en Mallorca. En Soller una noche en éste mismo lugar de la foto,en una cena ,me hubiera gustado que el reloj parara.Una delicia.

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  4. guillegalo dijo:

    Lo que conversas cuando comes delata tus demonios ocultos o relaja tus afanes estresantes.

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