Al decir de Proust, todo lo que es del mismo tiempo se parece. Y todos, yo añadiría. Empezando por los Partidos políticos y sus representantes cuando, en pos de sus objetivos (que también son calcos, aunque con disfraz), quieren perfilarse, bien sea en sus silencios, bien en frases y proclamas. Servir a la ciudadanía con altura de miras –declararán desde la tribuna-, y los adversarios, advertirán, siempre tras cortinas de humo para disimular mentiras e inepcia. Las corruptelas propias, cuando denunciadas, se investigarán, mientras que las ajenas marcarán de por vida. Ganará España si pierde la Derecha o la Izquierda según quién lo anuncie, porque ese es el “relato” de unos u otros, con el establecimiento de un “cordón sanitario” (entre comillas, sus nuevos descubrimientos léxicos) para el oponente.
Iguales excusas, frases para la galería, énfasis, tópicos y, de no alcanzar una mayoría absoluta, las coaliciones serán la regla y motivo de calculado escándalo para los que no consigan poltrona: un “Gobierno Frankenstein” apoyado en indepes y bolivarianos, o la sabida identificación con el fascismo encarnado en Vox para, finalmente, un más de lo mismo por ambos lados: sea en impuestos, salarios o repetidas alusiones a la necesidad de mejorar Sanidad, Educación y Servicios Sociales: ámbitos siempre citados juntos y en ese orden.
Pese a su distinta adscripción, admitirán que Macarena Olona (Vox) e Irene Montero, de Podemos, exhiben un parecido aire, o que el “débiles y débilas” y «ellos, ellas y elles», parece asumirse como máximo exponente de progreso en lo referente a igualdad de género. ¡Pero si incluso en el pelo, Donald Trump y Boris Johnson se dirían espejos! 
¡O el Papa y nuestro rey emérito cojeando por un igual! Con semejante escenario, fácilmente extrapolable a cualquier país del entorno, ¿cómo confiar en el progreso si no hay contrarios, como acertadamente sugiriera William Blake? En resumen: ¡qué ganas de conocer a los distintos si acaso los hay! ¡Saber de diferencias más allá de las formas…! Siquiera por albergar la esperanza en un futuro prometedor y no el que nos dibujan, a poco más de un año vista, tirios o troyanos.
Contar es vivir (te) 
Hombre, no estoy de acuerdo en que los objetivos de los partidos sean calcos. Fuera del ruido estúpido y promesas tipo «vamos a acabar con los chiringuitos», que al minuto cero se muestra falso rotundamente, creo que nuestros últimos años ya dan para distinguir la ideología que se diferencian en cuanto al bien común. No es lo mismo vivir una crisis dónde se cobra medicinas a pensionistas, además de subirles nada sus pensiones, o se impone un impuesto al sol, amnistías fiscales y etcéteras, a lo que se está haciendo en ese llamado «Gobierno Frankestein», dónde el salario mínimo ya está en los 1000 euros sin que los que han estado en contra de todas las medidas absolutamente, vaticinaban el desastre.
No quiero decir con ello que no haya sombras, pero a nivel social, ni punto de comparación.
Ahí tienes al señorito de Castilla y León soltando barbaridades sobre los incendios, ante su manifiesta falta de voluntad de tomar medidas preventivas, y llevando gobernando más de 30 años.
O el ínclito Alcalde de Madrid, cerrando los parques, dónde podría ser un refugio para las personas…todo lo contrario a Paris donde los abren hasta más tarde. Claro, mejor que tomen cervecitas.
¡Ah! y Núñez Feijoó hablando de bajar impuestos, qué gracioso como Rajoy que los subió toditos.
Se me nota un poco hacia dónde van mis deseos sociales ¿eh?. Aunque hablo de hechos constatados.
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Pilar: sin duda hay hechos diferenciales entre Partidos, pero me refería a la palabrería más allá de los hechos cuando se pretende desacreditar al adversario; es entonces cuando demasiadas veces se convierten en remedos y, de oírles sin haberlos conocido en sus acciones, la diferenciación se haría difícil.
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Pues discúlpame, ya sabes que muchas veces leemos o interpretamos erróneamente según nuestros vaivenes. Cómo terminabas con un deseo de esperar algo nuevo, y yo ni lo alcanzo a soñar, ahí me he enrocado. También, porque mi hastío viene de declaraciones día si día también a cada cual más absurda, y cómo ahora no andamos en campaña electoral, mi enfado e irritación es monumental.
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Nada de disculpas. Y en tus comentarios llevas mucha razón; el enfado y la irritación son sentimientos compartidos…
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Será muy difícil que vuelva a haber mayorías por lo que tendrán que pactar con pequeños partidos que pedirán a cambio algo de poder y no dirán amen a todo pues eso les haría desaparecer o sea que más o menos seguiremos como ahora y parecen claras las alternativas que tienen el P P y el PSOE
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A mí lo que más me fastidia es el hecho de que se critiquen entre ellos en situaciones críticas a más no poder, no arrimemos el hombro no, que eso sería visto por «los nuestros´´ como signo de debilidad, no como signo de fortaleza e inteligencia inculcando que la unión, humana, hace la fuerza contra eventualidades imprevisibles pues hay momentos en que no es importante quién lo hace sino lo que se hace. No me alargo por que me incendio y ya suficientes fuegos hay…..
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Repito y repetiré en cuestión politiqueo todoss igual(los mismos perros con distintos collares).Dás el voto a uno luego pactan entre ellos,él que más ofrece y siempre lo mismo.
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Cati: las tácticas que emplean para hacerse con las poltronas son un más de lo mismo…
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