TÍTULOS CON SAL

                    La sal, no sabría decirles si marina o sal de mesa, se incluye en numerosos títulos de novelas. Y no se trata de que otros sustantivos se empleen más o menos, sino que el hecho me viene llamando la atención por lo que seguirá. Como ejemplos de entrada, ahí tienen Palabra de sal de Mónica Collado, La sed de sal (Gonzalo Hidalgo), Los cristales de la sal (Cristina Bendek), La jaula de sal (Ibon Martín), Flor de sal…

                     Pero junto a ellas, otras también con sal tienen como autores/as a escritores que forman o eran, si ya fallecidos/as, parte del colectivo LGTBI; obras que porcentualmente y según mi apreciación superan con mucho a las “saladas” de autoría heterosexual, lo que lleva a preguntarse el porqué esa deriva de gais o lesbianas a condimentar su producción con semejante reiteración, haciendo de la sal un frecuente ingrediente de su producción literaria.

                  El precio de la sal, de la americana y conocida lesbiana Patricia Higsmith, fue publicada en 1951 con el seudónimo de Claire Morgan y reeditada, ya con su nombre y retitulada “Carol”, en 1989. Por lo que hace a varones homosexuales, ahí tenemos La sal de la lengua del portugués Eugenio de Andrade, La ciudad y el pilar de sal (Gore Vidal), La estatua de sal, obra del mejicano Salvador Novo, L´adolescent de sal, publicada en los años setenta por Biel Mesquida o, por ser ya suficiente para cimentar el enigma sobre tamaña atracción, La sal, segunda novela del francés -nieto de republicanos españoles exiliados allí- Jean Baptiste Del Amo.

                  A día de hoy, pese a mi curiosidad, no dispongo de explicación convincente sobre la cuestión  del por qué la sal, fuente de vida y básica en la cocina, goza de semejante atractivo en la inspiración literaria del colectivo reseñado. Quizá el tema de la homosexualidad, presente en bastantes de esas obras, o la de sus creadores, fuese hasta hace poco controvertido, repudiado y de ahí la sal como metáfora con la que afirmar su diferencia y mantenerla en salazón en espera de mejores tiempos. De no ser el caso y conocer alguien una mejor interpretación, estaría encantado de acabar con este interrogante.

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About Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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2 Responses to TÍTULOS CON SAL

  1. Avatar de Desconocido Anónimo dice:

    Un delicado tema tratado con cautela. Bacon

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  2. Porque esperaba tu juicio y quería que fuese favorable…

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