Hace ya muchas semanas que venimos notando sutiles cambios en su caracter. Parece distante y un algo arisco a veces, aunque a esa edad se tomen las rarezas y altibajos a título de inventario y sin darles mayor importancia. A ratos afloraba una agresividad que al poco se mudaba en tristeza, y la impaciencia o un estar ensimismado campaban a sus anchas.
Cosa de los años, nos hemos dicho en su ausencia quienes le queremos, y es que ninguno de nosotros alcanzamos a imaginar que la intervención prevista pudiera afectarle así. Es una cirugía de bajo riesgo y ni siquiera -se lo hemos repetido- tendrá que pasar la noche en el hospital. Él no mencionaba el tema de no ser preguntado al respecto e, incluso entonces, se limitaba a un par de breves comentarios, casi monosílabos, aunque pudiésemos adivinar la rumia que lo atormentaba. Hay disimulos que resultan transparentes y así ocurría cuando, tras unos días soslayando la cuestión, volvíamos a ella.
-¿A ti te han dormido alguna vez? -preguntaba.
-¡Claro que sí! Varias.
-¿Y qué pasa?
-Nada especial. Te despiertas cuando ha acabado todo y, en pocas horas, para casa.
Hago votos para que sea así. Ahora, en este preciso momento, está en quirófano. Es sólo un músculo ocular que debe ser acortado pero, a los cinco años, saberlo tan solo, sin manos que lo acaricien, encoge el corazón.Encima, mi nieto se llama como yo. Le he dicho que los Gustavos no tienen miedo, pero no es cierto. Era por animarlo, porque yo estoy hecho un flan hasta que vuelva a verlo. Despierto. Como es él.
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Son las 18h y reedito el post para comunicar, a quien pudiera interesar, que ya lo he visto. Despierto y sonriente como quería. Volvemos a ser los de siempre: él y también yo, aunque en este segundo caso no me atrevería a asegurar que sea tan buena noticia para los eventuales lectores. Sin embargo, ¡qué le vamos a hacer!
Tiene eso tan escurridizo como un hurón: la sorpresa. Sorprendente ternura. Ni un batallón de cirujanos podría con ella.
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Cosas de abueletes…
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Una abraçada pel petit Gustavo
paula
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Moltas gracies. Tot ha sortit bé. Una forta abraçada
* J. Gustavo Catalán https://gustavocatalan.wordpress.com/
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Me alegro enormemente que la intervencion haya concluido de la manera deseada, tiene suerte de tener un abuelo como tu, un autentico lujo. Felicidades y mucha salud
Abrazos
Luis Ortiz
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¡Qué sorpresa, Luis! No sabía que siguieras el blog. Me ha producido una muy agradable sorpresa leerte. Y mejor sería vernos cualquier día.
Un fuerte abrazo
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Gustavo, a estas edades todo nos duele y la proximidad, más aún. El resultado, felizmente, el esperado; aún así hay pequeñas cicatrices porque la ternura las deja también. Enhorabuena y un fuerte abrazo, Antonio Duque.
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Antonio: un placer saberte cerca.
Un fuerte abrazo
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Gustavo me entero hoy, estoy feliz de que todo ha salido bien. Un fuerte abrazo a todos. Desde banyoles os recuerdo. Paquita
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Y nosotros también pensamos en ti a menudo. ¿Por qué no te vienes a casa unos días? ¿En primavera? Y salimos a cenar, y a recordar viejos tiempos…
Un fuerte abrazo y felices fiestas a todos.
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