Las once horas de urnas, ayer, prometían lo que las encuestas daban por sentado: el castigo a un PP que ha incorporado la hediondez a sus señas de identidad y el ascenso de una izquierda plural, que puede hacerse con el gobierno de algunas ciudades emblemáticas (Sevilla, Madrid, Valencia, Barcelona…) si hace patente la capacidad de diálogo y consenso que reclama la población para inaugurar una forma distinta de gestionar nuestra dimensión social.
Desde esa óptica, la jornada de reflexión no tuvo lugar el pasado sábado, sino que se inicia hoy y deberá proseguir en los días que vendrán. El gobierno de algunas CCAA -Baleares, Extremadura, Castilla La Mancha…-, en manos de la derecha hasta ayer, también les será presumiblemente arrebatado por coaliciones de variada composición. Para que ello sea posible, sólo será preciso demostrar que los discursos que han justificado su presencia, y me refiero a los Partidos emergentes, desde Podemos a Ciudadanos o Mes, siguen vivos en los primeros compases, y que la operatividad y voluntad de acuerdo harán reales en plazo breve las expectativas de sus votantes.En cuanto al Partido Popular, no tan popular a la vista de los resultados, y me refiero ahora al Gobierno de la nación, la coherencia debiera pasar ineludiblemente por su inmediata dimisión y convocatoria de elecciones generales a la mayor brevedad. Una vez demostrado el sentir mayoritario de la ciudadanía, continuar hasta noviembre, como si no hubiese pasado nada, carece de justificación. Así pues, el adelanto electoral es, en mi criterio, la única respuesta con respaldo ético, y cualquier otra cosa el intento por ganar un tiempo que quizá necesitan si han de borrar las corrupciones que aún puedan quedar en el tintero, quemar papeles comprometedores o buscarse otro acomodo, aprovechando el poder que aún detentan, durante el verano.
Hay tanto que comentar!.
A resaltar el gráfico resumen de Rita: Qué hostia… qué hostia!
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Inimaginable hace una semana. ¡Qué hostia!
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Gustavo, que de Baleares lo sabrá todo, sabrá decirme si el tal Bauzá… ¡Pero no me respondas inmediatamente! Te pongo en contexto…
Hay gente (honrada) que se siente de derechas. Sea esto lo que fuere -y seguro que algo es-, hay gente así. Aunque no te agrade, Gustavo, sabes que es cierto. Pues bien, siendo cierto, cabe suponer que tengan mejores portavoces con gentes como la Cifuentes, el Rivera…
Visto así, y por lo derecho, admitiendo que habrá luces y sombras (o más sombras que luces, etcétera), ¿es cierta mi impresión de que el tal Bauzá es «otra cosa»? ¿Que no equivale exactamente al PP de toda la vida que por eso mismo tanto se resiste a fenecer? ¿Es un bluff, un Jaume Matas agazapado, o es un tipo con el que podríase incluso hablar?
¡No me negarás que espoleo tu vena periodística!
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Doctor: lo de que «aunque no me agrade» es estimular mi vena, en efecto. Esa es una presunción a la que habría que incorporar innumerables matices, porque naturalmente que hay gente honrada, ¡faltarías más!; presumir lo contrario es suponerme un fanatismo que no practico; laicidad y progresismo (aunque no sean resúmenes definitorios, de forma aislada) implican amor por las evidencias y denostar de los estereotipos, así que de todo en cualquier facción, aunque puestos a analizar, a poner en una balanza…
Y por seguir con Bauzà, no es solamente un personaje de ultraderecha, sino además (no diré «por lo mismo», lo que podría justificar) intolerante y alérgico al diálogo, pagado de sí mismo, impermeable a cualquier alternativa que no provenga de él o su cuerda, incapaz de modificar sus apriorismos a pesar de las evidencias… Y todo ello define al hasta hoy Presidente, si bien es extensivo a otros, herederos directos de un pasado que la mayoría quisiéramos enterrar, si más no, aprovechando los mismos agujeros -por no gastar, en tiempos de crisis- donde antaño se metió, sin lápida ni recuerdo, al opositor.
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Aclarado queda. Me temo, entonces, que habrá que esperar a que surja un Suárez capaz de aglutinar lo que tiempos fuera el centro-derecha, antes de que Herrero de Miñón le metiera goma traicionera y Aznar se apropiase de los restos y España cayera en manos de una plutocracia sin límites.
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Pues igual surje uno cualquier año de estos. Una travesía por el desierto puede dar eso y más…
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