Las elecciones del pasado 6 de diciembre han otorgado una clara victoria a la coalición de Partidos contrarios al chavismo y agrupados bajo las siglas de MUD (Mesa de la Unidad Democrática). En espera de definitiva confirmación, podrían alcanzar los dos tercios en el Parlamento con las implicaciones consiguientes en cuanto a capacidades legislativas y de gestión.
La situación en Venezuela está pidiendo a gritos una deriva distinta: vuelta a la normalidad institucional, garantías para la libertad de expresión o el fin de los atropellos que han terminado en cárcel para muchos y, entre ellos, el líder de la oposición al bolivarianismo Leopoldo López, condenado a más de 13 años. Un régimen de talante democrático en suma y que sitúe al país en el camino de la recuperación ética y económica si se respetan los resultados cual parece ser el caso.
La cúpula militar ha manifestado explícitamente su aceptación al igual que el presidente Nicolás Maduro que, cariacontecido, los asume «con la ética del chavismo» (?), aunque se duela por haber recibido «Una bofetada para despertar» lo cual, por otra parte, dice muy poco sobre el sueño en que estaba sumido: un mal sueño para la mayoría de sus compatriotas a tenor de lo sucedido, lo que me han venido contando algunos de allá y viví yo mismo cuando visité Caracas.
Sin embargo, y a partir del 5 de enero, fecha en que se constituirá la nueva Cámara, nadie augura un camino de rosas. Y es que media un largo trecho, cuajado de obstáculos, en lo que va de protestar a gestionar. Y lo segundo no se antoja empresa fácil para un país que ha sufrido una caída del PIB superior al 6%, con un petroleo (su casi única fuente de divisas) a precios bajo mínimos y en trance de suspensión de pagos (sería la 11ª vez en un país que ostenta el record de quiebras desde su fundación en 1830). En resumen y aunque el próximo año pudiera acabarse con la presidencia de Maduro, referendum revocatorio mediante y seguramente en bien del futuro, se impone, desde ya, salir del atolladero económico. Y no parece sencillo.
PD: 9 de diciembre: leo esta mañana que la MUD ha conseguido 112 parlamentarios. ¡Todo un éxito!
Sería una bendición para Venezuela el poder encarar ese duro camino, pues dura es ya la existencia de muchos de sus ciudadanos, pero……..¿ estamos seguros de que Maduro no tiene una carta en la manga y dará con todo al traste?.
He tenido conocidos venezolanos que tuvieron que regresar para allá pues la situación en España se les hacía insoportable, y preferían pasar hambre, mucha, con sus familiares en su tierra que aquí dejados de la mano de Dios.
La cuestión es cuando además no puedes respirar sin que ello repercuta en un posible que dirán si lo haces más fuerte de lo, para los mandatarios, debido.
No sé, no me fío un pelo.
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Pues respecto a tu pregunta he de decirte que no, que tampoco estoy nada seguro. Maduro dijo ayer que si hay que salir a la calle a combatir, se sale. Y, por supuesto, va a oponerse a una ley de amnistía (hay decenas de presos políticos). Se ciernen sobre el país nubarrones económicos que van a ser aprovechados por los perdedores para poner a los nuevos de ineptos para arriba (de eso ya hemos visto ejemplos por aquí)… En fin: un futuro complejo, como apuntas.
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