La Ley de Presupuestos Generales del Estado ha dispuesto para este año el incremento de las pensiones en un 0.25%, ateniéndose a la fórmula que determina el porcentaje con relación a la variación del IPC. Estamos frente a una subida que oscila entre los 2 y los 6.5 euros según la cuantía percibida y con retención del 19.18%, lo que en la práctica supone que lo cobrado podría ser en ciertos casos menos que en 2015.
A la vista de esos datos, la llamada «revalorización» no pasa de eufemismo. O un término polisémico si lo prefieren, ya que tanto puede implicar aumento (si cabe considerar como tal esos cuatro eurillos) como disminución y en línea con el vago y abstruso lenguaje que emplean los políticos. Así, gustan hablar de revalorizar la política, lo que puede aludir al intento por hacerla más atractiva si cabe para el lucro, y, la cacareada transparencia (Rita Barberá, el último modelo) facilitar la visualización, sin sombra alguna, de colegas que colaboren en el latrocinio.
A efectos prácticos, la subida debiera ser como mínimo del 1.8% -según expertos- para mantener un poder adquisitivo que, con esta «revalorización», se reduce. A diferencia de la factura eléctrica, por un decir, que se llevará ése 0.25 y bastante más. Con semejante perspectiva, quizá fuera oportuno recordar a Bertold Brecht en lo que respecta a muchos pensionistas: «Si vienen y no pueden comprar nada / se sabrá cómo están las cosas». Aunque no sean imprescindibles para hacerse una cabal idea de la situación.
¿Recuerdan aquella novela de García Márquez, «El coronel no tiene quien le escriba»? No he podido resistirme a imaginar cómo se pondría si, tras 15 años esperando infructuosamente recibir su pensión, se la fuesen después «revalorizando» así. Merced a la «doctrina del tornillo» (la Botín es para los adinerados) y, año tras año, otra vuelta de tuerca, por seguir con los títulos literarios.
A muchos, el aumento no les llegará ni para sufragar el copago del medicamento hipotensor que van a necesitar pero, entretanto, los políticos (que no parten precisamente de 781 euros, cuantía de muchas pensiones) se han aumentado el sueldo un 1% (cuatro veces más) y, para acceder a la pensión máxima, sólo precisan de 7 años en el momio. En suma: la «revalorización» no significa lo mismo para todos, pero devaluar suena peor, así que maquillaje y tan anchos. Salvo los pensionistas, con sus estrecheces en progresión.
La pensión es cosa reciente. Antaño, llegabas por la edad a un estado improductivo y quedabas condenado al ostracismo o simplemente la muerte. Hogaño, se te amplía el «periodo vital», no solo sin trabajar, sino cobrando un estipendio. ¡Hostias, gran logro!
Ese dinero cabe entenderlo como «gratificación» (¡date el gustazo!) y también como «compensación» (ahora que ya no curras, ¡sobrevive!), pero en todo caso es una RENTA que recae sobre el lomo de los activos. Eso de que el trabajador va acumulando pasta para retirarla luego, en alícuotas mensuales, es una filfa. No, señor. La pensión la pagan y sostienen los ACTIVOS, así que no puede ser ni «excesiva» ni «intocable».
Al jubilado deberíamos ponerle autobús gratis, subvencionarle la luz, darle las pastillas gratis, mandarle a Benidorm barato, ponerle calefacción… Le debemos todo eso y más, seguramente, incluso le daremos un dinero para su manutención. Ahora bien, ¿cuánto dinero EN EFECTIVO? Es absurdo que un médico jubilado cobre 2.500 euros y paguemos 1.200 a un residente brillantísimo. Es ilógico estar al poder adquisitivo de las pensiones mientras al activo, en cambio, lo dan por retambufa.
Hay trabajadores en activo que las pasan putas, muy putas. Tienen hijos, hipotecas, impuestos de cojones; necesitan medicamentos y gasoil, coño, para seguir trabajando, y encima les cae encima la losa de la moderación salarial, y que se jodan, mientras que las pensiones parece que tienen que «aumentar», siempre aumentar, por vaporosas razones de «dignidad social». Y entonces me preguntarán ustedes: «¿De verdad crees que el médico jubilado cobra demasiado?» Sí, lo creo. «¿En serio?» Que sí, hombre, que lo creo rotundamente. Que ya son años para tener los deberes hechos y que el dinero, lo que se dice el dinero, tiene que estar donde cunda.
Me gustaMe gusta
Me parto con retambufa.
¡hacía tiempo que no la escuchaba o utilizaba!… (-recuerdos, nostalgia-)
Me gustaMe gusta
Maestro Umbral. Ya nadie escribe «arrimar taller por cofa». Bueno, alguno sí, pero es un impostor/imitador, jejeje.
Me gustaMe gusta
La pensión de mi madre se ha revalorizado 1,7€ mensuales.
¡Uau! esclamé al leer la carta. Vamos a tener que hacer números con tanto dinero, mamá.
¡Pero si vale más el papel, la tinta a color, el sobre y la carta informativa!.
Para eso, que se lo ahorren.
Que no es necesario aumentar las pensiones (de esta manera) para quedar bien de cara a la galería.
Me gustaMe gusta
Si la medicina hace todo lo posible por alargar la esperanza de vida, ¿donde está la Esperanza?
Si bien es cierto que en algunas profesiones es más sencillo aguantar activo hasta bien entrados unos añitos, en otras acabas tan tocado que la jubilación es la única manera de pensar en poder » vivir» algo antes de que La Parca haga su aparición.
Las pensiones deberían garantizar una media de vida decente al ciudadano de a pie, pues al 0.01%-1% de Richistán ya se lo garanytizan ellos mismos en muchos casos por nacimiento, no por valores propios. ( Si, ya sé que he hechado mano de un artículo de prensa, pero venía al dedillo).
Me gustaMe gusta
La vida «decente» tiene varias dimensiones. En primer lugar, que el deterioro físico siempre presente) sea lo más llevadero posible. Para eso, la verdad sea dicha, no hace falta dinero: hacen falta gimnasios, balnearios, etc, que pudieran ser hasta gratuitos. En segundo lugar, hacen falta servicios domésticos (luz, gas, calefacción, etc), que bien mirado tampoco requieren necesariamente un pago directo. ueden ser asimismo gratuitos o, mejor dicho, fuertemente subvencionados. Hablamos, naturalmente, de sociedades avanzadas, cuya productividad es tan enorme que todas esas ·»gratuidades» serían perfectamente asumibles. ¡Joder! Si mantenemos un Senado con más de 250 gaznápiros del todo inútiles e inoperantes, pagándoles un pastón y dándoles todo tipo de servicios por la jeró, ¿cómo sería inviable para modestos jubilatas?
Todo eso, digo, es perfectamente asumible. La cuestión surge con la pensión DINERARIA. Eso es otro cantar,
La sociedad contemporánea
Me gustaMe gusta
Es otro cantar (sigo). Es un cantar que necesariamente dependerá de la música acompañante. ¿Época de bonanza? Pues hay dinerín. ¿Que viene la cosa jodida, con salarios bajos, impuestos exorbitados, quiebras empresariales y toda la mosca? Pues se acabó el carbón. Uno de nuestros contrasentidos bobos es el de «medicinas gratis para el jubilado», mientras que al activo, con hijos a su cargo, se le mete la bigornia. Ninguna prestación DINERARIA, ninguna, debe estar al margen de tu renta (personal) ni de la disponibilidad presupuestaria (general).
Me gustaMe gusta
Guay, muy bonita la idea pero dado que no somos Finlandia, me temo que la pensión dineraría va a seguir siendo necesaria por estas latitudes.
Es más como ya comente hace mucho y en eso estoy de acuerdo contigo, es ridículo el mantener en nómina a gente que no rinde pues los senadores que se apoltronan en sus butacas tienen de todo menos decencia, pues cobran de todos los lados posibles, no solo del Senado, que si una charlita por aquí que si unas ponencias por allá….. y todo muy bien pagado.
Pero cuidado, si un simple empleado tiene más de un trabajo para sacar adelante a su familia, incluidos los jubilados cuya pensión no llega para el alquiler ya no digamos agua, luz, gas, entonces ahí está Hacienda para recordarle que no puede olvidarse de ninguno de sus empleos y abonar la parte correspondiente que en muchos casos deja seco el bote familiar.
Es lógico, no estoy en pro del escaqueo de nadie, pero.. ….de nadie, y los impuestos y pagos debo decir que deberían ser correspondientes a las fortunas que unos y otros amasan.
Gano mucho, pago mucho, gano poco, pago poco, no creo que sea una tragedia que alguien que gana 10 millones de € al año vea mermada en un par de ellos su cuenta corriente, estoy la verdad un poquito harta del comentario » me lo he trabajado». Todo el mundo trabaja tanto como puede a no ser que haya nacido con la flor………
Tambien debo decir que los hay que no pegan un palo al agua tienen una fortuna y se quejan de no poder ir un año a las Seychelles…… pero ya se sabe fortunas heredadas…..
Me gustaMe gusta
Pingback: REVALORIZAR LAS PENSIONES: NUEVO EUFEMISMO | Contar es vivir (te)