CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

machismo-6La ignominia viene de atrás. De muy atrás y, últimamente, la media en este país de un asesinato por semana a manos de la pareja actual o pasada, es la tónica que parece haberse asumido como inevitable y cada vez con menos aspavientos. Podría concluirse que, conforme pasan los años, nos hubiéramos conformado con disfrazar la misoginia y, por lo que respecta a la violencia, arbitrar unos mecanismos represivos que se revelan a todas luces insuficientes para prevenirla o evitar la reincidencia.

No hay organización social o religión alguna que haya logrado acabar con la discriminación. En la antigua Grecia y como es conocido, la esfera pública estaba vetada a las mujeres, surgidas en el mundo después que el varón y a diferencia de éste, nacido de la tierra, originadas del barro (o de una costilla del hombre, para los cristianos). Para Aristóteles eran machos mutilados; los judíos les vetan el estudio de la Torah y los musulmanes las ocultan a la vista. Así hasta hoy y, en contextos ideológicos varios («Cuando te acerques a la mujer no olvides el látigo», aconsejaba Nietzsche), ni la Ilustración ni el creciente laicismo han conseguido terminar con la estupidez cronificada y semejante iniquidad. machismo-10Asesinos y maltratadores no reciben castigos ejemplares que ejerzan efecto inhibitorio alguno sobre sus émulos y ellos mismos que, pese a la orden de alejamiento que pueda llevar aparejada la condena, no tienen dificultad alguna, si se les antoja, en hacer de su capa un sayo. La reeducación es una filfa y esta reciente ocurrencia de elaborar un perfil psicológico de maltratador, dada su variabilidad, no es presumible que se convierta en un instrumento útil para la profilaxis.

machismo-7Frente a tal vergüenza colectiva, extraña que no se adopten de una vez por todas medidas más contundentes. Las penas habrían de cumplirse en su integridad y sin reducciones que valgan -a diferencia de lo que pueda pasar con Urdangarín-. En cuanto al alejamiento de la mujer en cuestión, su potencial víctima, de algo habría de servirnos la tecnología.machismo-8 Él y ella deberían ser portadores de un dispositivo electrónico en perfecta sintonía y, de acercarse el varón a menor distancia de la acordada, un aviso sonoro a ambos de cinco minutos tras el cual, el artilugio del presunto agresor produciría una descarga de importancia, de preferencia en la zona perineal-testicular y con seguro efecto disuasorio. Sencillo, ¿verdad? Y de fabricarse en serie el adminículo (del todo aconsejable dadas las cifras de violencia reportadas), tan operativo como barato.

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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3 respuestas a CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

  1. Mónica dijo:

    Dos aspectos:

    1- Tampoco entiendo porqué en muchos de los casos existen órdenes de alejamiento previas al acto violento, y éste acaba aconteciendo. ¿Qué está pasando, porqué no funcionan? ¿Porqué no se soluciona con rapidez? Es lo primero que se debería revisar y solucionar.
    De nada sirven campañas ni teléfonos si cuando hay una denuncia con una orden de alejamiento y ésta no funciona. Es uno de los eslabones iniciales y más importantes del sistema.

    2- Me cuestiono firmemente si la publicación y difusión en los medios de cominicación tiene un efecto contrario al buscado, esto es, de banalización por repetición ante hechos violentos. Incluso pienso que pudiera provocar un efecto inductivo en individuos con tendencias violentas.

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    • drlopezvega dijo:

      Mónica subraya lo que yo le digo a Fernando Terán, otro contertulio muy preocupado por esta cuestión: malo es que mueran mujeres que no denunciaron violencia doméstica, pero es in-ex-pli-ca-ble que mueran las que SÍ lo hicieron. A las primeras les ha fallado el hijoputa que tenían al lado; a las otras les ha fallado el sistema en pleno.

      Un sistema del que suelo oír que es «garantista», aunque a todas luces es tan absurdo como ineficaz. Aparcas en doble fila, te retrasas 1 día en el pago de un impuesto, circulas sin cinturón de seguridad (tu cinturón y tu seguridad)… y ¡zas! Viene la autoridad, con su correspondiente agente, y te las cargas.

      En cambio, unos anormales apiolan a Marta del Castillo y, si te he visto, no me acuerdo. A los ciudadanos normales, la Heineken nos tiene hasta los huevos de tanta chorrada, pero los verdaderos delincuentes se chotean de la Guardia Civil por la sencilla razón de que ya no les mete miedo.

      Los acosadores, los victimarios, los hijoputas que de la crueldad hacen su bandera, SABEN que no va a caerles una ensalada de hostias. Y así no hay manera.

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  2. Estamos todos de acuerdo y, si esto es un reflejo del sentir general y por tanto espejo democrático, ¿por qué se sigue en las mismas? El tratamiento actual del problema no es de recibo y su inoperancia es una vergüenza nacional, seguramente diluída entre tantas otras…

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