Es cierto que todo alcanza un final y en determinadas circunstancias lo esperamos como agua de mayo. Sin embargo, en otras ocasiones quisiéramos posponerlo y nos esforzamos en apostar a que con esfuerzo y constancia podremos evitarlo, aunque de lograrlo en ciertos asuntos algunos que yo me sé, estamos listos. Pero hoy quiero referirme al loable empeño por mudar la resignación en esperanza, sobreponerse a las fatídicas evidencias, hacer lo imposible por retrasar lo que parece inevitable y aludo, por un decir, a esa obsolescencia programada que es todo un fraude, o a los supuestos y baldíos esfuerzos de tanto personaje público por mejorarnos la vida.
En tales casos, solo cabría apretar, por remedar lo que dijera en Cataluña a los CDR el conocido por algunos como Torra-collons (el añadido, cojones en castellano, a resultas de su exclamación tras las fallidas llamadas telefónicas a Pedro Sánchez). Y como paradigma de ese apretar sin darse por vencido, nada mejor que el tubo de pasta dentífrica cuando parece terminado y es que siempre, 
en el fondo de todo y como dijera la poeta Orozco, hay un jardín o, en este caso, unos milígramos más que pueden dar para otra semana.
Apretar los indepes, el tubo antedicho o al sentarse en el W.C es, siguiendo en alguna medida a Gramsci, contraponer al pesimismo de la evidencia el optimismo que lleva aparejada la presión, ya sea en las calles de Barcelona, mediante la musculatura abdominal cuando sentados o, de ser el tubo flexible y en el lavabo, la conseguida entre índice y pulgar. Todo por no darse a la rendición y es que, si uno no confía en sí mismo para defender tripas, dientes o quimeras, ¿quién lo hará?
Contar es vivir (te) 
lo del tubo de pasta veo que nos pasa a todos, pero lo de las quimeras…. si son propias y te das de narices pues nada, hielo y tirita, si son ajenas y juegas a construir castillos en el aire, cierto es que al derrumbarse no provocarán lesiones pero ¿ que me dices de los que creen todo a pies juntillas sin conocimiento de lo que es realmente el mundo, la vida, la historia desde la objetividad? Casi nadie es inocente todos fallamos en algún momento por acción u omisión.
Vi este viernes o sábado dos niños, no creo que el más mayor llegara a los 12 años increpando, durante la manifestación« pacífica» que emitían por televisión, a la locutora de una cadena de tv y las palabras que se leían en sus labios era imposible que fueran suyas a no ser que hubieran sido adoctrinados, aleccionados.
¿ que hacían ahí esos niños? deberían estar protegidos en sus casas, pues no sabes en que momento un pirado puede hacer girar las tornas en la mani. y convertirla en una batalla campal.
A eso si que le llamo yo apretar al máximo.
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Cómo me sorprende tu inmensa imaginación!. El ejemplo del dentífrico me ha hecho reír, cuando el asunto es de una tesitura tremenda que ya finalicé con un interrogante en tu anterior entrada. Ya se iba anunciando lo que significaría la que, parece que única y vital, sentencia. Ya lo habéis expresado ambos, ¿exprimir para qué? ¿aprovechar a esos jóvenes y mantener días y días de presión, sabiendo que no va a ver resultados?…Y después volverán a lamentarlo, cómo la recientes declaraciones de Forcadell: qué les faltó empatía…Glups!!
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Y lo peor, Pilar, es que esto va para que muy largo…
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Y tanto!, ayer mismo otra de la ANC hizo unas declaraciones de una locura tremenda, aludiendo que se está internacionalizando con las imágenes de violencia. Cuando dicen que esperan una reacción desde el gobierno central creo que es, realmente, la aplicación del 155 por ejemplo, está claro que es lo que desean, seguir con el victimismo.
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Que gran comparación apretar el tubo de pasta de dientes,claro está no quisieramos tener que apretar el último ,que rabia ya no queda casi.Como en otras muchas circunstancias ,el caso de Barcelona, hemos apretado tanto que pienso que empezamos con poco y terminaremos con mucho.Todo lo contrario que el dichoso tubito .
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Pilar: efectivamente. De algo tienen que sacar motivos para seguir en la sinrazón…
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De chavaluco, yo oía hablar de Golda Meir, de Gaulle, Willy Brandt, Harold Wilson… Seguramente cometieron tropelías de las que no guardo memoria, pero me niego a aceptar que fueran de la sustancia inane y blandiblub del tal Torra: literalmente, un lamelibranquio que ejerce de bombero pirómano.
Cantaba Silvio que ‘la Era está pariendo un corazón’. Pues viendo a Trump, a Bolsonaro, a Torra y a otros cuantos del pelo, es de suponer que el obstetra no pudo solventar un parto hipóxico y hemorrágico.
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Me guardo lo de «lamelibranquio» para próxima ocasión…
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Todo logro lleva esfuerzo, y la austeridad mucho más, no solo por lo que puedas lograr, más bien por conseguir lo que en ese momento persigues, ya sea aprovechar hasta el final la pasta de dientes, Todo empeño supone algo de imaginación aunque de cada vez la tuya sorprende, y hay
exprimir la sesera para dar con un comentario más o menos lógico.Y así y todo me siento torpe para hacer algún comentario,, y con el tema de Cataluña me da tanta pena y prefiero no opinar para no herir sensibilidades,, solo resumiré que me entristece ver lo que veo últimamente, no solo lo que publican tengo familia y lo que me llega es poco esperanzador, con lo cual no me agrada la situación … En cuanto a tu relato no debo estar muy lucida no se que decir ,,me rindo un abrazo.Un abrazo.
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Y a mí, tras releerlo, tampoco se me ocurre nada, ja..ja.. Un abrazo
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