El otro día escuché en la radio sobre el temor a un eventual colapso de la liga de futbol a causa de la Covid, y el corazón me dio un vuelco de alegría al tiempo que pensaba si lo mismo podría ocurrir con otros eventos: la Champions o, a mayor abundamiento, las Poles, neologismo que ignoro lo que significa más allá de su relación con las carreras de motos y, acto seguido, me dio por suponer que eso de que no hay mal que por bien no venga, venía en esta ocasión que ni pintado.
Lo cierto es que la actual pandemia podría aportar, en medio del desastre, flecos alentadores; es lo que ocurre con las crisis porque, al decir del lúcido Wagensberg, sin ellas aún seríamos todos bacterias. Con esa perspectiva, el final de ciertos entretenimientos podría favorecer el deseable progreso; siquiera el interior de algunos espectadores, evitando un camino que demasiadas veces apunta al embrutecimiento como en su día subrayaran Fernando Vallejo –“Cuando millones sientan sus culos para ver a 22 adultos dándole patadas a un balón, no hay esperanza”- o Borges con su conocida sentencia: el futbol es popular porque la estupidez es popular.
Puestos a echar el cierre, podría extenderse de los campos a los ruedos y acabar de una vez con la tortura convertida en espectáculo. Y también por evitar la afrenta que suponen las ganancias de los futbolistas frente a las de quienes cuidan de salud o educación (21 millones ha pagado el Barça por su último fichaje). Hacer tabla rasa con cuernos y pelotas sería buena solución y, para pasar el rato, hay alternativas sin cuento. Sólo cabría esperar que Messi y compañía no exigieran ERTEs ni fuese preciso recolocarlos, lo que se antoja cuestión difícil dadas sus desconocidas habilidades más allá del balompié. Como deducirán, colapsos cuajados de obstáculos, aunque no quepa perder la esperanza en que, si todo alcanza un final, y lo esperamos para el coronavirus como agua de mayo, la memez forme parte del paquete.
Parece ser que las nutrias son muy juguetonas y quizá de ellas nos viene ese gen zangolotino que, curiosamente, adopta la degeneración de que el humano no siempre juegue personalmente, sino que vea cómo juegan otros. Así, obesos mórbidos que no le darían una patada ni al último refresco de los 17 que se han trasegado en la última hora, se desgañitan vicariamente por las evoluciones de un pseudoMessi de segunda B. El novamás lo ejemplifican esos merluzos que se precipitan en la ruina por el (des)alineamiento de los números en las tragaperras, a lo cual ellos solo contribuyen con un ligero apretón del botón luminoso.
¿Cabe pensar que esa pulsión más o menos respetable -la que oscila entre el ejercicio personal, la traganza televisiva o el ardor ludópata- va a desaparecer por un quítame allá un coronavirus? Hum. Hay demasiados juegos, hay demasiado tiempo libre, hay poca afición a la lectura, hay tantos intereses, tanta propaganda y mamoneo, que se me hace difícil de imaginar. Por otra parte, si los beneficiarios del juego/apuesta lo ven conveniente, siempre puede aparecer algo así como ‘los cristianos’ para echárselos a ‘los leones’, cuando Mesala intentando joderle la cuádriga a Ben-Hur ya no tenga aliciente.
Hasta el Papa es futbolero. (Alguno incluso lamenta que hasta un argentino sea Papa.) No hay refugio contra el fútbol: enseguida quedas en orsay.
Me gustaMe gusta
Me temo que lleves razón…
Me gustaMe gusta
Para empezar a mi me parececpatetico, que no solo los que van detras del balon estes muy altamente remuberados, además de sobre sueldos si ganan tal o cual partido, sino que lo restrieguen en sus caprichos a nivel divulgando sus altas posibilidades, perteneciendo a un pais ( me refiero a este ) que carencia de personal en necesidades más imporantes, como la sanidad, educación, habitabiludad asequible para colectivos menos favorecidos, a demás de los que llegan de otros paises que tienen más ayudas que los propios de casa, no es que no haya posibilidades, es que está mal, distribuida y con un mal criterio.
Un pais que no es capas de sustentar a los que ya habitan aqui, o hace mejor repartición o tomar otras medidas, para paliar las necesidades de muchos.
Los impuestos a los que trabajan son el sustento de los que no dan palo al agua, y además de ayudas trabajan en lo que pueden , pero ai te equivocas en tú aporte a cualquier impuesto los recargos son extremadamente altos, sin olvidarnos que muchas familias que llegan buscando una vida mejor sus mandatarios tiene toda clase de lujos e incluso hacen muestra de ello, » como decian nuestros mayores» biénvenido lo de fuera pero primero lo nuestro » porque de esos generosos que distributen nuestros aporres en impuestos también son nuestros.
Ayudar Si, pero con equidad, y más justicia, y menos optentación para según que ocios, y ahi caben todos los que recordeis, que me temo son demasiados,
La organización esta en manos de politicos avidos de poder e untereses económicos y es semejante a los hogares, si viven por encima de sus posibilidades acaban acimulando deudas, y eso España está bién servida en igual forma que un particular a punto de embargo…
Todos presuman de lo bién que lo hacen, yo solo veo que algunos en muy poco tiempo adelantan que una varbaridad, en su estatus, pero donde » dije digo , digo Diego, »
Si no tienen casa se la quito a quién pueda, y eso está permitido y defendido y como eso todo….
Pena me dan las generaciones que nos siguen, porque lo tendran más crudo que los que muy jovenes nos exforzamos para conseguir una vida un poquito menos restrintiva
Haya tanta porqueria por sanear que no me extraña que tengamos que llevar » mascarillas «
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esto ya se tendría que haberse parado hace mucho mucho tiempo.Siempre lo he encontrado tan ridículo ir estos chavalotes detras del balón,y pagar por fichar a uno y a otro éstas cantidades de dinero una barbaridad.Lo primordial es mirar que una nación si llega el caso,como nos a llegado ,es poder afrontar con una buena sanidad,y no estas cosas banales,futbol,toros etc.Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
He tardado en leer este mail, pero ciertamente lo del balonpié no tiene nombre, creo que esto hace que muchos/as jovenes quieran pertenecer a este clan, no se les ocurre que ellos no lleguen a cobrar lo que sueñan y se vean obligado a tener varios empleos para subsistir como futbolistas, y ciertamente que los profesionales de futbol gane las fortunas que ganan, además de la ostentación que hacen de ello los más famosos, es ridículo. ¡Ah! eso sí que no les toquen un céntimo de su multimillonaria nómina, no sea que no supieran como subsistir.
Me mosquea aún más cuando viniendo del mundo de la escena, me entero de la cantidad de actores, músicos,bailarines,tramoyistas, creadores, se han visto abocados a buscarse la vida en otros trabajos a la espera de poder seguir con sus carreras ( entre 4 – 6 años de estudio, si no te dicen antes que no tienes talento/motivación/ganas de luchar y te expulsan). Y siempre con el agua al cuello….sin una supercasa que vender para cubrir tus gastos, por que tienes dos más a las que te puedes mudar en caso de que vengan mal dadas.
La gente debe ganarse la vida con lo que se le da bien, ahí estriba el crecimiento de alguien como persona pero es vergonzoso que ganen esas millonadas, los sueldos deberían ser equiparables a los logros humanitarios e intelectuales y científicos.
Vale creo que me volvió a salir la vena Naïf.
Un saludo
Me gustaMe gusta
Rosario: sintonía absoluta. Debemos ser algo naïf los dos…
Me gustaMe gusta
Y que no decaiga, pues sino acabaremos todos aborregados.
Me gustaMe gusta