Frente a la pandemia se han adoptado sin duda decisiones oportunas, pero en otras se sigue echando en falta justificación y respaldo objetivo, lo que prueba una vez más la mediocridad cuando no la ruindad de muchos políticos para quienes los hechos, incluso si atentan contra la salud de sus representados, son sólo excusas para mutuas acusaciones. Porque su meta no es el bienestar ciudadano sino poner a sus competidores contra las cuerdas y, por lo que hace a la cruda realidad, nada mejor que cargar la responsabilidad al vecino mientras ellos se lavan las manos y no precisamente con hidrogel.
Para acabar con las truchas (el coronavirus en este caso) hay que tener manos duchas, lo que no parece ser el caso. Se acepta poder comer y beber en las terrazas hasta las 22h, 23 o 24 (?), pero no fumar (?), así como prohibir las reuniones que superen los seis contertulios (¿número mágico?) debido al acuerdo con supuestos comités de expertos, inexistentes según información de meses atrás o en la impenetrable sombra.
Por contra, grupos amplios charlando a pocos palmos unos de otros, merodeando sin profilaxis alguna ni policía a la vista y en los mismos lugares un día tras otro, o confinamientos que no pasan del papel, pruebas de que al virus le allana el camino la ignorancia cuando no la estupidez de muchos. Y no fueran a pensar que estoy pensando en la Ayuso o Abascal. Por lo menos, no en exclusiva.
Se demuestra una vez más que todo, absolutamente todo, es susceptible de mejora y, para ello, cualquier estrategia por buena que parezca precisa, como dijera Winston Churchill, ser evaluada de vez en cuando en sus resultados, lo que no parece informar las actitudes de los poderes públicos. Y antes de que se me olvide, quiero poner el énfasis en un personal sanitario sobrecargado y necesitado de urgentes refuerzos. Los recién licenciados no se antojan la mejor solución (los estudios sólo facultan para un correcto aprendizaje del ejercicio profesional, en su caso todavía pendiente), pero contamos con una plétora de médicos jubilados, muchos de ellos en perfecto estado y todos con amplia experiencia. Tal vez un buen porcentaje estaría dispuesto –encima, sin contrapartida económica- a echar una mano en labores de triaje y diagnóstico diferencial, asesoría telefónica…
De contar con ellos, podrían acortarse los tiempos de espera y orientar adecuadamente a los demandantes con patologías varias. El caso es que yo mismo me ofrecí en el Centro de Salud correspondiente, al inicio de la crisis, y aún espero respuesta. A tenor de ello, se diría que hacemos agua por más de un orificio. Si todo conflicto tiene su duración, en este caso acortarla debiera ser responsabilidad de todos y no únicamente de los próceres sobre los que he cargado las tintas. Por lo demás, con todo merecimiento.
Ya ves, mientras que aquí rozamos el patetismo de incertidumbres, en los países de nuestro entorno no han dudado en tomar medidas sin tener nuestras cifras. Los disparates diarios que conocemos de utilización política especialmente, no tienen parangón tampoco, es obsceno. Y el colmo es leerte que todavía estás sin noticias de tu ofrecimiento. Pero me ha faltado la crítica a la ciudadanía, que también es para nota. Demencial!!
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Y a saber cuándo y cómo va a mejorar la situación, porque con las vacunas hay para otro post… Ya hablaré de ellas un día de estos.
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Perdón, me refería crítica a los medios…Espero tu opinión, porque resulta chocante la rapidez de su posible disponibilidad en poco tiempo.
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Eso da para una tesis…
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D.Gustavo como se suele decir,lo ha clavado,perfecto escrito,con toda la razón del mundo.Los politiquechos que tenemos en nuestra querida España,no sirven mas que para atacarse unos con otros, estarían mejor en una guardería.Hablando de la maldita pandemia,los médicos de hospitales pueden hacerles un monumento,y si creo que ud se ofreció,estoy segura, peró sin respuesta.A mi teniendo un médico en Facebook,siempre él hacia algún comentario,un día yo le hice un comentario que como no cogían telefono en el ambulatorio,no poder ir ,yy tener que hacerlo por teléfono, me contestó «parece mentira que aún no habeis entendido nada»,y me bloqueó,no le gustó mi comentario.En fin estamos todos un poco estresados se ve.Un gran saludo.
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Yo no era ese médico, que conste. Un abrazo
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