Me refiero a las que se vienen tomando estos meses en Mallorca por los políticos de turno y en relación a las que, quizá, habría títulos más adecuados para encabezar el post: a falta de pan buenas son tortas o, por entrar en los sinsentidos que parecen reclamar, pensar con el culo, porque es obvio que, a más de diálogo con la ciudadanía, se echa en falta sentido común en muchas de ellas. Por lo que hace a las establecidas para frenar la pandemia, prohibir abrir el interior de bares y restaurantes, o fijar la hora de cierre a las 17h, promueve reuniones en otros lugares o en domicilios, con mayor dificultad de control que el que podría ejercerse en las terrazas, de las que deben retirarse por la noche sombrillas y vallas laterales cuando es obvio que, si molestan a los transeúntes, no es precisamente en las desiertas madrugadas.
Decenas de edificios públicos con cientos de despachos infrautilizados y es posible elaborar lista al respecto; sin embargo, se continúan proyectando nuevas construcciones y emplazamientos para la Administración mientras a un tiempo siguen sin procurar un mínimo de vivienda social aunque, en pasadas semanas, ha sido el proyecto de cambiar una docena de nombres de calles en la capital, Palma, a instancias del alcalde (¿asesorado? ¡Pues vamos listos!), lo que ha puesto definitivamente en evidencia las carencias del mismo y su entorno próximo. Acabar con la memoria del franquismo hasta donde sea posible parece razonable, pero, ¿qué tienen que ver con ella las calles de los almirantes Churruca, Gravina o Cervera, cuyos nombres se querían suprimir? La asunción de homenajes supuestamente impropios, exigiría además, por parte del Sr. Hila, el alcalde, y siguiendo con parecido sarao mental, borrar cuanto pudiera relacionarse con fascismos y dictaduras del pasado.
En dicha línea, debería eliminar el nombre de las islas, Baleares, por haber apoyado la sublevación franquista un crucero de igual nombre. Y si pretendía sustituirse el nombre de calle Toledo (por el Alcázar de Toledo, de infausta memoria), con igual justificación la Vía Alemania habría de cambiar por su pasado hitleriano, borrada la céntrica Vía Argentina por haber albergado aquel país al impresentable Videla y, asimismo, retirar el rótulo “Calle de la Victoria” (¿de quién?) o las que mencionen a cualquier santo/a por impropias de un país declarado aconfesional. Por lo demás, habrá de sancionarse el expresar verbalmente o escribir que somos legión quienes reclamamos una pronta vacunación, no fuesen algunos a suponer que se hace apología del “ser soldado de brava legión/ pesa en mi alma doliente calvario…”. En fin: que si muchos nos echábamos las manos a la cabeza con las ocurrencias de Trump, y todavía con las del brasileño Bolsonaro, algunas disposiciones proyectadas aquí han sido para mear y no echar gota, y es que, por su escasa preparación para manejar el rabo cuando no saben qué hacer, en lugar de matar moscas querían emplearlo para cambiar los rótulos. Aunque subvencionando al vecindario por la necesidad de imprimir las nuevas direcciones en sus tarjetas. Y, entretanto, la casa sin barrer.
¿Qué le dirían Vds. a un cirujano que operara sin mascarilla por la razón de que escasean o, incluso, no hay? Quizá la lógica diría: “mínimo, póngase un pañuelo”
En ese batiburrillo de excusas que intentan dar, muchas, demasiadas, no tienen pase.
Parafraseando, diría que la vasta mayoría de políticos actuales, sin distinguir signo, son como fue Colón; él no sabía dónde iba, no sabía dónde llegaba y todo ello con el dinero de los demás.
… y aún no hemos hablado de “pongamos que hablo de Madrid” aunque, la de Sabina, se trate de una historia de amor y odio.
Me gustaMe gusta
¡Mucho Colón por estos lares, efectivamente! Y sin grandeza alguna en sus empeños, a diferencia de él… Por no hablar de Madrid…
Me gustaMe gusta
Varios asuntos distintos mezclas, y sería para extenderse en ellos y debatir.
De Hila, o asesores, sólo decir…Hilarante. Me gusta, por cierto, ese rótulo de me falta un tornillo, !qué apropiado!. Cuánta pereza seguir observando lo mediocre.
Lo de cerrar interiores en los restaurantes o bares nuevamente, se lo podrían haber ahorrado. Si las presiones de los que no tenían terraza abocaron a su apertura, faltó valentía y haber continuado con la primera decisión de no hacerlo hasta pasada la semana santa. Aunque convendrás que se ha evidenciado la mejora de la subida de contagios.
Viviendas sociales, cuánto se podría decir sobre esta prioridad, y ya ves, ni tan siquiera se es capaz de legislar sobre el tema de alquileres cómo sí lo han hecho en países europeos. Nuevamente, cobardía.
Y las vacunaciones, qué te parece ese concepto sobre los que nos encontramos entre los 65 y 75: generación sándwich, ¿pero esto qué es lo que esssss?. Mae mía, encima cachondeo. De todas formas, en este tema recordar el disparate generalizado en la comunidad europea y sus negociaciones con las farmacéuticas. Y me sumo al no hablar de Madrid…Lo de Spunik, glups.
Me gustaMe gusta
Temas para empezar y no acabar… y en la «edad sandwich», entre Astra Zéneca que no toca y Pfizer que no hay, pues así está la cosa: terminarán por vacunarse primero los adolescentes…
Me gustaMe gusta
Sí, ya sé la razón, pero podían haber utilizado otra «denominación». Parece que Pfizer ya anda por aquí.
Me gustaMe gusta
Nuestros políticos por desgracia, piensan más con el culo que con la cabeza.
Me gustaMe gusta