Me lo han preguntado y lo cierto es que sigo dándole vueltas sin hallar una respuesta unívoca. Si lo que a uno le gusta es escribir, ¿por qué no hacerlo de forma pausada, sin subordinarse a la inmediatez de la actualidad? Y, de querer opinar sin ser preguntado, ¿qué bagaje legitima a creer que tu juicio merece el tiempo de los otros?
Cierto que es imposible interpretar cualquier suceso con rigor porque la totalidad es hoy inabarcable. Por otra parte, la escritura como compromiso (Sartre, Brecht, Benjamin…) representa una opción más que dudosa; algo parecido a querer desmontar una supraestructura con tirachinas.
Si hablar más allá del marco de la especialización es simple diletantismo, ¿a qué este blog? Pues a quien me ha interrogado, mire: porque el silencio es propio de los muertos, así que para seguir vivo. Por decir la verdad con que uno se levanta y, después, «deja que cualquier cosa ocurra», como aconsejó el poeta. Sin dogmatismos, sin abdicar de otras dedicaciones igualmente placenteras, como un modo de ordenarse por dentro… Y por hablar con usted, a ver si entre todos podemos apuntalar otra forma de estar. Y, de ser un espejismo, ¿se le ocurre otro mejor?
Estás en linea, eso es lo mas importante, sentirse vivo y despotricar con contundencia, contra todo aquello que lo necesita y alerte conciencias. Yo, personalmente, te animo a que sigas, porque en la medida que puedo, te sigo. Personas como tú y tu forma de pensar se necesitan. Eso es, verdaderamente lo importante.
Respecto al desmonte de las, o ciertas supraestructuras con un tirachinas, me siento obligado a decirte, que, para culminar ese objetivo, todo dependerá de la china…..
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Pues sí: dependerá de la china; vamos a ver si las vamos poniendo cada vez más gordas…
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Me gusta mucho Gustavo –
Cuando pregunte a un amigo pintor porque pintaba me contestó – porque lo necesito, es parte de mi. Ahora mismo el hombre tiene mas o menos 83 o 84 años y sigue pintando cada día de su vida
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¡Ahí estamos, Jonathan! Claro que, a los ochenta y cuatro cualquiera sabe… Esperemos que dure la pasión. Es la que impide envejecer, ¿no?
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Me parece muy bien Gustavo. Estoy contigo. Ciertamente será difícil desmontar con estos tirachinas las superestructuras en las que sí o sí nos vemos inmersos. Pero para para poder seguir vivo o se mantiene la esperanza o unop está muerto. Por lo menos nadie te quitará la posibilidad de desahogarte, ordenarte y pasar un rato, a la vez que esperar que otros se unan a tu modo de pensar y actuar y a lo mejor entonces, quién sabe, lo que empezó de una manera pueda tener hasta una «utilidad». Saludos y ánimo.
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Joseba: lo que no van a poder quitarnos es una visión de las cosas que choca frontalmente con los planteamientos que quieren imponer como si fuesen verdades universales; la panacea. Podrán vencer (vamos a verlo), pero no convencer, esas «gentes de la hierba mala». Y contigo, aún más difícil, amigo mío.
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