El contraceptivo de emergencia (1.5 mgrs de Levonorgestrel), eficaz cuando se toma no más allá de tres días tras el coito, ha sido aprobado por la FDA, el equivalente de lo que es aquí la Agencia Española del Medicamento, para mujeres a partir de los 15 años y sin precisar de receta para su venta.
El acceso a la pastilla desde cierta edad estaba autorizado mucho antes en bastantes países europeos: Francia, Inglaterra y los Países Bajos, Suiza, Dinamarca… Sin embargo, recordarán ustedes la que se armó por estos lares hará unos cuatro años y frente a parecida decisión. La píldora no es abortiva (OMS) porque no actúa una vez implantado el óvulo, aunque ello no fuese óbice para que el PP se mesara los cabellos, sus «Nuevas Generaciones» se opusieran a la ingesta de «Un cóctel de hormonas» (?), y la Asociación Pro Vida, en sintonía con Rouco -¡faltaría más!-, condenase la toma por ser equivalente al asesinato de un «nasciturus».
Más allá del analfabetismo, recuerdo las manifestaciones del conocido pensador de ultraderecha Sr. Arenas, para quien la aprobación suponía «Un monumento a la frivolidad». Por coherencia, a día de hoy debe opinar lo mismo de los americanos, aunque se guardará de decirlo y tampoco se referirá en parecidos términos al programa electoral de su Partido, aunque si eso no es frivolidad y engañifa, ya me contarán ustedes. Es evidente que existe más de una vara de medir, de modo que a ver si nosotros acertamos con la adecuada. Para juzgar sobre la píldora y también el día de las próximas elecciones. Y es que para frivolidades, Sr. Arenas, y polvos aparte, las de usted y sus conmilitones.