Fue el filósofo Gustavo Bueno quien afirmó que hay telebasura fabricada y otra desvelada. La que en los últimos tiempos se nos desvela procede de la mayoría de cadenas. En horas de máxima audiencia -no les digo si se trata de fines de semana-, fútbol, cine del malo o las novedades de cuando los abuelos. Y para la mayoría no hay modo de escapar, porque Mc Luhan tenía toda la razón cuando observó que la gente ya no ve películas en TV; ve TV, «La prótesis del hombre de hoy» (a no ser que encima haya debido pasar por el urólogo, en cuyo caso deberíamos mencionarlas en plural: las prótesis).
Para culminar la manipulación y como castigo por haber difundido el caso Bárcenas en demasía, el Gobierno ha ordenado que el Informativo Semanal de los sábados, en la Primera, se emita más tarde: a las 23.45, que es cuando el sueño acecha. Y para noticias de actualidad, las cuatro y media de la mañana. Será por aquello de que «La Historia, si no es la nuestra, no debe existir». Aunque la suya, la que intentan vendernos, es pringosa cuando no injusta o claramente delictiva.
Lo cierto es que pintan bastos, y tal vez la Sexta sea la única opción que nos quede a muchos. Mientras dure. Aunque desde que El Follonero, Jordi Évole, hizo mutis por el foro, tampoco es ya lo mismo. Sospecho que pronto habrá que volver a los solitarios; al cine mudo y, para información, a los rumores.