Que el multimillonario tenista Rafa Nadal se implique a ratos libres en anuncios varios para redondear su ya colmado bolsillo, no ha de ser -de no concurrir otras circunstancias- objeto de crítica porque allá cada cual con las ganas de sonreír a diestro y siniestro con tal de prosperar en el negocio, como apuntara en su día Gonzalo Rojas. Sin embargo, y como vocero de Mapfre, debería replantearse su papel ya que esa Compañía aseguradora no parece, por lo que he vivido y leído, ejemplo de buen hacer.
Sé de enfermos a quienes se ha negado la práctica en su lugar de residencia de una exploración radiológica con isótopo radioactivo, a pesar de disponer de dicha técnica, y han debido tomar un avión para someterse a la misma en otra ciudad, con las molestias y gastos añadidos consiguientes, sencillamente porque la Compañia Mapfre había contratado allí dicha prueba con el único argumento de que le resultaba unos euros más barata. Sabido y constatado lo anterior, uno de los eslóganes con el que la Aseguradora pretende posicionarse en el mercado: «Sea cual sea el horizonte que persigas, avanzamos contigo para alcanzarlo», no pasa de filfa; pura hipocresía porque su horizonte se subordina al beneficio, como se deduce y, el del paciente, entre las nubes si así conviene. Para redondear su perfil, leo hace unos días que Mapfre (denunciada en esta ocasión por Greenpeace) se ha aliado con el Banco de Brasil para construir la presa de Belo Monte en el río Xingú; la tercera más grande del mundo y que inundará miles de hectáreas en la selva amazónica. Cabe recordar que el Estado de Pará, lugar de la proyectada obra es, junto al de Matto Grosso, una de las zonas más castigadas de Brasil en cuanto a deforestación y genocidio de las etnias allí afincadas.
Si Rafa Nadal bucease un rato por los entresijos de la Compañía que promociona, siquiera por cuidar la propia imagen más allá de la cuenta corriente y dar pruebas de una sensibilidad que sólo se le supone, podría enterarse de qué pie calza quien le paga y quizá optaría por buscar la pasta en otro lugar.
Porque aparecer en TV para decirnos que «Así es Mapfre: personas que cuidan de personas», cuando algunas tribus están en trance de desaparecer a mayor gloria económica de la Compañía, lo convierte en cómplice; siquiera por ignorancia y no pensar en algo peor. Respecto a su afirmación: «Mapfre, aseguradora global de confianza», debería preguntar a esos asegurados que han de viajar, a veces con su cáncer diseminado a cuestas, porque así lo determina esa «Tu Compañía», como nos sugiere el tenista con la media sonrisa del mandado.
Completamente de acuerdo con tu exposición, clara y directa. Es algo sobre lo que también me he parado a reflexionar.
En mi caso por la nefasta experiencia con el seguro de un vehículo (la compañía NO respondió ante una aseguradora extranjera que debía cubrir gastos pero no lo hizo).
También soy conocedora de las pruebas exploratorias fuera del lugar de residencia, en este caso islas, sin cobertura de gastos de desplazamiento (los cuales debiera incluir).
Pero lo de la presa no lo sabía. Acaba de acrecentar mi indiganción, y aumentar mi desconfianzade de las aseguradoras.
Solo van a por la pasta; los eslóganes son MENTIRA. Debiera existir una regulación sobre las maniobras y subterfugios estadísticos que utilizan (no creo que sean lícitos) o estar reguladas, incluso intervenidas. Estamos desprotegidos ante ellas.
Y respecto Nadal, me lo pensaría. Aunque haya contrato de por medio, creo que ya tiene bastante fama, imagen y riqueza para poder dejar de ser la imagen de una aseguradora con esa fama.
¿Porqué no ayudar a alguien que lo necesita más, a los pacientes que se tienen que desplazar para las pruebas, o poniendo imagen a una campaña antideforestación, por ejemplo?
Nos gustaría muchísimo más.
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Consecuencias de ir a por el vil metal por encima de cualquier otra consideración, y tanto la Aseguradora como Nadal. ¡Menos mal que no lo homenajearon en la UIB, como se pretendía! Y es que su currículo empieza a cojear…
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No sabía lo del Amazonas, da mucho que pensar, a pesar de que no he tenido nunca problema alguno con la compañía en ninguna de sus vertientes aseguradoras, tambien es cierto que no somos personas que estemos muy enfermas, de hecho hemos aterrizado en Mapfre por ser en su mom. de Imeco.
Pero lo del destrozo de una parte importante del mundo me hace hervir la sangre, pues ahí hablamos de cientos de personas que quedarán desprotegidas y sin sus raices que despues de todo es lo que hace que los pueblos indígenas salgan adelante, que no sean arrancados de sus territorios. ¿Recuerda alguien » La selva esmeralda»? es una buena película que haría ver a la gente joven, para mentalizarles de los problemas que trae el progreso a lo bestia sin miramientos por el prójimo, porque despues de todo , todos somos prójimos de alguien.
No sabía tampoco que presentara esta aseguradora problemas a sus asegurados de riesgo despues de haber estado pagando toda su vida, es amoral, y ciertamente deberían hacerselo mirar, pues la mala prensa corre más que unas piernas de atléta, asi que……
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Por lo que sabemos, Mapfre se las trae; sin embargo, no creo que sea la excepción, porque lo que pretenden todas las Compañías de Seguros es el beneficio, y lo peor para ellas es que el sano, que lleva pagando decenas de años, se ponga enfermo y requiera siquiera una parte del dinero que les ha regalado hasta entonces. El negocio de la salud, vamos. Y, cuando enfermos, ojalá se vayan a un hospital público….
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