Escuchando cadenas varias o leyendo distintos medios, no es aventurado presumir que los responsables tal vez sigan pensando, como Eliot tiempo atrás, que no podemos soportar demasiada realidad y si se refieren a la que algunos construyen a nuestras espaldas, seguramente no les falta razón. De ahí las memeces, información intrascendente o ese toque de tontería que transforma muchas noticias en tomaduras de pelo. Que si la Pole o las profundas digresiones del entrenador Luís Enrique para entretenernos durante la comida; observaciones de un Casado, el del PP, casado con el Medioevo, gracietas de Bertín Osborne, de Belén Esteban si te descuidas con el canal, análisis papales para llegar al fondo de cuanto sucede o un «Cuarto milenio» con su enésima estupidez. El asunto no parece estar en retroceso y, como muestra, dos recientes botones.
Leo por casualidad un par de portadas en el quiosco: Carmen Borrego (no me pregunten quién es) se ha quitado la papada y arreglado los párpados. ¡Primeras imágenes! ¡Fotos exclusivas! Soy presa de la excitación -tengo por seguro que la compartimos- ante tamaño descubrimiento. A mediodía, TV da cuenta del acontecimiento y, por si no bastara para una mejor comprensión del tiempo que nos ha tocado vivir, ¡Letizia, preocupada por su abuela!
Tras recobrar una adecuada frecuencia cardiorespiratoria, concluyo que se trata de estrategias de distracción que eviten la posibilidad de formar opiniones con fundamento y, entre semejante polvareda mediática, los ladinos a lo suyo. Sin duda saben lo que se hacen, porque en vez de dedicar más tiempo y espacio al flujo migratorio o al ascenso de la ultraderecha en Europa, por un decir, ¡pues no señor! Y aquí tienen: papada y abuelita.
Con un poco de retraso leo tu Post, y lo cierto es que me preguntaba el otro día,¿ como es posible que no haya cosas verdaderamente serias de las que hablar?, pues entre los Másteres, para despistar sobre la real y actual incompetencia de ¿ algunos? políticos, el vamos a ver si aclaramos lo que es un preso político y mientras lo hacemos, escabullimos el bulto sobre el déficit que tales o cuales políticos han creado en sus comunidades por un uso indebido de fondos , cuando en realidad debería estar reclamándose el abono de tal malversación de modo inmediato,
pues me recuerda esto a cuando éramos pequeños el dicho- Pan y toros-, ahora es – Pan,futbol y prensa rosa-.
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Más razón que un santo (que una santa, por respetar el género). Un abrazo
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