La exhumación de los restos del Dictador fue aprobada el 24 de agosto del pasado año por Real Decreto Ley, con lo que el Valle de los Caídos quedaría desde entonces como lugar de homenaje en exclusiva a las víctimas de la Guerra Civil. Cierto es que, con la noticia, se exhumaba a un tiempo la pesadilla que acompaña a su memoria y, mientras dure en el alero por seguirse hablando de él sin agujero que lo silencie para siempre jamás, revive también el sombrío pasado que amenaza con sobrevolarnos hasta el próximo 10 de junio, fecha en que el Ejecutivo se propone culminar el proceso.
Por lo que hace a la Iglesia, el Vaticano se ha desentendido y el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, manifestó su acuerdo con la decisión –era de esperar teniendo en cuenta el momio de que disfrutan en este país, Concordato mediante-, así como respetar el lugar que eligiesen sus descendientes para la ulterior inhumación y que en un principio iba a ser la catedral de la Almudena, sita en el centro de Madrid y donde la familia dispone de un panteón en propiedad. El nieto del dictador, Francis, tildó la decisión de “Oportunista, cobarde y revanchista”, como no podía ser de otro modo viniendo de él y, en octubre, presentaron alegaciones reclamando la anulación del decreto por inconstitucional, aunque en su fuero interno estuvieran sin duda convencidos de que caer desde el alero a una tumba todavía por concretar, iba a ser sólo cuestión de tiempo.
En cuanto a la posición del tripartito de derechas, meses atrás, que la evidencia no importe si con el ejercicio del cinismo se consigue poner en solfa la coherencia de sus oponentes políticos, es una constatable actitud que los acerca a Francis y la Fundación Franco en ese cerrar los ojos frente a la afrenta que supone, siquiera por respeto a los vivos, sumar en el mismo recinto a víctimas y victimario, eludiendo el aceptar que la verdad no se vota y que, en demasiadas ocasiones, la máscara con que pretenden disimular sus obvias intenciones, más que ocultar (Malraux dixit), subraya. En dicha línea, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Mariscal, tachó en su día la decisión de “Desfachatez para desviar la atención y no ocuparse de lo que importa” (ocupación que, como se ha podido constatar, a su Partido jamás le ha quitado el sueño). Y para Villegas, secretario de Ciudadanos, se trata de “Una cortina de humo” sobre la que soplarían si alcanzasen la Moncloa. Entretanto, Franco redivivo en la memoria. Por fin, parece que el cementerio de Mingorrubio, en la cripta de El Pardo y junto a los restos de su mujer, Carmen Polo, será la definitiva ubicación y así, podrían disiparse las polémicas: el Valle de los Caídos bajo un soplo de aire fresco y la momia, o lo que haya quedado de ella, en lugar menos hiriente para la sensibilidad de muchos. Sin embargo, y dadas las repetidas dilaciones, aún habrá que ver.
PD: Finalmente y en fecha de hoy, 4 de junio, el Supremo pospone sine die la exhumación. Seguirá en el alero para satisfacción de algunos y pesadumbre de otros. Y así la cosa hasta que el Congreso, supongo, se pronuncie definitivamente al respecto.
En buena hora sea exhumado y que su recuerdo sirva solamente para que nadie más tenga nunca la tentación de imponer su ley violentamente.
Me gustaLe gusta a 2 personas
¿De verdad creíais que lo iban a exhumar?
https://www.vilaweb.cat/noticies/franco-no-es-toca-el-suprem-ordena-que-es-quedi-al-valle-de-los-caidos/
Me gustaMe gusta
Una cosa es desearlo y otra confiar sin ambages en que ello suceda. Sin embargo, y aunque sea más tarde que pronto, se terminará con esta vergüenza nacional.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Utilizo la frase que leí a Rosa Montero hace años: una anomalía de país. El colmo de esta última noticia es mencionar al Dictador cómo Jefe de Estado en 1936. Suscribo de nuevo querido. Besssossss
Me gustaLe gusta a 1 persona