Si nos atenemos a los registros verbales, de vocabulario, cualquiera podría colegir que mucho de lo que nos pasa no nace de nosotros como resultado de la fisiología ni el cerebro es origen o receptor, sino que los aconteceres habitan nuestro entorno hasta que, de echarnos el ojo encima, nos penetran e igualmente se van. En ambos casos sin pedir permiso. Es lo que he pensado más de una vez al escuchar alguna que otra expresión y atenerme estrictamente a lo que sugiere.
«La barriga se te ha ido», oí a una decirle a la otra, y deduje que debido a la dieta o quizá tras el parto. «Me ha venido una idea…», «El otro día me vino un dolor que ni te cuento, pero se me fue solo». «Últimamente se me ha ido el sueño», o «»Me entraron unas ganas de soltarle cuatro frescas…».
Se diría que estamos rodeados y a merced de imponderables; inmersos en un espacio que alberga lo que nos huye o cuanto está esperando el momento oportuno para meterse en nosotros, simples vasijas que acogen o se vacían, de modo que quizá la idea del ser supremo, dueño de un abanico que engloba cuanto pueda ocurrirnos, empezase por ahí. Y es que si todo entra y sale a su antojo, ¿cómo sentirse dueño o responsable de algo? ¿Cómo ejercer sobre esos albures el menor control?
«Le penetró una sensación…», «Te entra la nostalgia y estás perdido»… ¿Serán metáforas? ¿Sólo un modo de hablar? Ustedes juzgarán cuando escuchen las majaderías de cualquier político (aún queda investidura por delante) que a continuación tal vez se excusará asegurando que «Le salió sin pensarlo». ¡Pero si hasta nacemos por voluntad ajena! O el pecado, nos cuentan, se inició con serpiente interpuesta, así que de libres e independientes más bien poco y, de juzgar por origen, mitos o algunas formas de expresión, ¡unos juguetes, vamos! Meros cuartuchos en los que entrar y salir, aunque también cabría en lo posible que estas líneas sean el resultado de habérseme ido la olla. ¡Y a saber dónde! Espero que me vuelva. Aunque sólo sea para elegir el tema del próximo post.
Es curiosa la jerga que cada cual utiliza, creo que tiene un componente añadido dependiendo del lugar de origen de cada cual, tienen distintas formas deexpresión, algunas intendibles,otras para trabajar la mente y con un poco de imaginación comprender su significado..Con lo cual vamos añadiendo expresiones en decrimento del lenguaje definido como castellano..
Tanto nos habituamos que nos parece normal, a no ser un entendido del lenguaje y, o la dialectica, como dirian algunos el sello de cada localidad incluso la de determinados colectivos..
Quienes cometemos tremendos errores, nos aveguenza cuando releyendo un texto descubrimos la cantidad de barbarismos..pero damos por hecho que nos entenderan, sin darnos cuenta que destrozamos la magnifica enseñanza de Cervante…
En los distintos de enseñanza lo cultivan, pero los menos que no le dan importancia sin darse cuenta estan deteriorando nuestro bello vocabulario …sobre todo por la falta de atención y permitir contagiarnos de expresiones que nada tienen que ver con el contexto a ser calificado ….
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Es que muchas veces se nos va la olla,y de frases barbaricas un montón,y es que algo hay que decir,te encuentras con alguien y lo primero,oh as adelgazado,tú te miras un poco y dices,mira pues no ,la otra ah pues lo parece,,!!!y asi empieza la conversación con la amiga.I no se crea la olla se nos va muy muy de vez en cuando,seguro que estará para el otro post.
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Desde luego, querido Gustavo, eres una fuente de análisis siempre documentados que resulta un alivio leerte. No todo es cómo el título, yo me quedo. Besossssss
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