VIAJAR VA SIENDO UN AGOBIO

viaje 2      Conforme pasan los años, va aumentando la conciencia de vulnerabilidad en cuanto se deja atrás el entorno conocido. Tal vez se trate de una percepción ligada a la edad, pero las evidencias sobre el riesgo creciente no son fruto exclusivo del envejecimiento. Ahí tenemos tsunamis y terremotos desde Turquía a Indonesia, Perú o Irán; decenas de muertos por las tormentas en Madagascar o el este americano, volcanes en Filipinas, Nueva Zelanda y, más cerca, el Etna en amenazadora inquietud. Encima, el coronavirus, aunque las muertes a manos humanas lo conviertan en anecdótico y es que, entre las varias formas de interacción social posibles, la depredación tiene visos de llevarse la palma al extremo de dar razón a Unamuno cuando auguró que ha de llegar el día en que nos asesinemos con la quijada de un asno.

viaje 10    Cuando estuve en Venezuela, presencié varios robos con tirón durante un corto paseo por la ciudad de Caracas al atardecer, y no lo repetí por consejo del mismo recepcionista que me advirtió sobre la posibilidad de que fuera el propio taxista, de vuelta al aeropuerto, quien se hiciera con nuestras maletas. Tiempo atrás desistí de viajar a Yemen y me guardé de transitar a solas por Johannesburgo, aunque también cuecen habas en Méjico (se superan los 20.000 asesinatos al año) y en toda Centroamérica por no citar Brasil. viaje 7Pero hay más y es que, de tomar el avión, pueden derribarlo al ser confundido con un misil –así ocurrió con el ucraniano, por parte de Irán– o, en USA y si aspecto de forastero durante el mandato del Trump de infausta memoria, echarte por sobre el muro fronterizo. Ni hablar de Siria, Afganistán, Sudán o el Congo  entre otras decenas de países y, de paso por Colombia, nada más llegar me arrancaron de la mano los dólares que acababa de sacar del bolsillo para pagar la compra. En Francia te puede pillar otra huelga de los chalecos, en Italia la Camorra y de comer en Noruega, por un decir, se te va el sueldo.

viaje 9 Por lo demás, aquel «Vete por el mundo y maravíllate», en palabras de Ramón Llull, ha terminado en los más de 600 visitantes por cada residente en Venecia y en Baleares íbamos en camino de sobrepasar la cifra antes de la pandemia, de modo que quedar en casa –motu proprio y sin mandato institucional- puede convertirse desde ya mismo en una buena opción. Mirando las nubes: que se muevan ellas y a partir de ahora, para nuestros viajes, echar con creciente frecuencia mano a la imaginación.

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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8 respuestas a VIAJAR VA SIENDO UN AGOBIO

  1. Anónimo dijo:

    En parte tienes alguna razón pero llevo 85 países y en el mundo hay algunos que merecen la pena visitar Australia Sri Lanka India Madagascar por ejemplo etc.también San Sebastián este año nos lo han inundado pero sin duda Mallorca MENORCA e Ibiza merecen una visita
    Un abrazo

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  2. Llegarán mejores tiempos para moverse: Baleares-Euzkadi y viceversa… Un abrazo.

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  3. adelamadrid dijo:

    Leyéndote no sé si estás en aquello que decía Salvador Paniker cuando una vez se encontró con amigo viajero de su misma edad al que después de recibir detalles de su último viaje, le contestó admirado: ¡Ah, pero todavía viajas?
    Yo no estoy muy seguro de que sean los randas, los terroristas o los coletazos del Covid mi freno a los viajes, y ello de parecida manera a que no estoy seguro de que la causa de que si haya días que no madrugue para salir a caminar, ello se deba a la posibilidad de que vaya a llover o se anuncie una catástrofe. Más bien empiezo a olerme que, o ya conocemos lo suficiente, razón que a última hora daba Churchill para no moverse de junto a la ventana en que solía leer, o nos faltan bríos para superar las inconveniencias del viaje. Bríos de otros tiempos que hoy en no pocas ocasiones son sustituidos por eso que Celine decía que es más fuerte que la vida, la pereza.

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  4. De todo hay en la viña… creo yo. Pereza, inquietud… Pero volveremos de vez en cuando a esos bríos de otros tiempos, ¿no? Aunque sea para volver a mirar con otros ojos, que eso es viajar según dijo alguien. Por cierto y a lo que veo, a ti los montes, pereza poca… Un abrazo.

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  5. Pilar Bonilla dijo:

    Pereza, sin duda, miedos no. Precisamente por el agobio que significa las horas largas que suponen, y añado con mascarilla, formularios y demás. Los grandes viajes que esperen, mientras tanto barco. Envidian me dan los que están en la península que se mueven con coche.

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  6. En coche y a tu aire, todo un placer. Ya lo tengo pensado… Un abrazo

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