La Ley de bienestar animal, ya aprobada en el Congreso, se presta a un debate que excedería la habitual extensión del post, así que me referiré escuetamente y sólo a su primacía/oportunidad, requisitos exigidos en la misma para los propietarios y especies incluidas.
Respecto a la primera cuestión, cabría considerar que no todo vale, y es que llama la atención que dicha normativa haya precedido, por ejemplo, a la del esfuerzo por educar en el adecuado cuidado de los humanos recién nacidos, y en consecuencia las madres -y padres- deberán seguir recurriendo al método de ensayo/error para salir del paso, sin curso de capacitación que valga durante el embarazo o tras el parto.
¿Y cursillo para una tenencia legal? Podríamos deducir que únicamente los sobrados de tiempo podrán gozar de mascota, a no ser que las empresas acuerden conceder permisos remunerados a sus trabajadores para tal menester. Aunque si se descontaran del salario las horas laborables dedicadas al aprendizaje que exige la ley, y teniendo en cuenta la cuantiosa actualización del SMI, quizá pueda sobrellevarse la rebaja sin mayor problema.
Por lo que hace a los animales – las plantas se dice que también sienten, aunque sigan a la espera de sus derechos – que contempla la lista de beneficiados, no parece de recibo que se posponga el bienestar de los toros y, de menor tamaño, caracoles o cucarachas que, de ser también considerados dignos de protección, podrían incrementar sustancialmente la cuantía del nuevo negocio que se alumbra. Entretanto, los derechos de los bípedos sin techo, enfermos en lista de espera o las hambrunas de millones, son conflictos cuya solución (previo consenso congresual) se ha pospuesto a que el hurón esté cómodo y su dueño – ¿compi? – en posesión del correspondiente título que garantice la buena convivencia entre ambos. El caso es que, parafraseando a S. Stiano, de no poder cambiar el mundo habrá que contentarse con procurar felicidad a gatos y periquitos.
Ciertamente un mundo al revés, por no calificarlo exactamente como correspondería, ya que sería calificado de políticamente inccorrecto. Como decía Obelix: “Estos romanos se están volviendo locos”.
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Efectivamente…
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Estoy de acuerdo en la imposibilidad de un debate por estos lares. No obstante, discrepo en el fondo el tratamiento que utilizas.
No es antagonista que se legisle en todos los campos que nos afecten y, en este caso, sin haberme leído el Decreto de su aprobación, sí que a raíz de las barbaridades que han ido saliendo busqué información, cómo en todas las polémicas que acaparan los titulares llamativos.
Sabes que somos uno de los primeros países en abandono y maltrato animal, por lo que no está mal legislar para evitarlo. Puedo asegurarte que, todas las medidas que serán sancionables, somos muchos que las cumplimos sin que sea necesaria multas. De hecho, cuando se obligó a ir con bolsita y el agua para que tu perro no sea un tema de incivismo y salubridad, también se penaliza. Lamentablemente siempre es bajo esta premisa, sanciones. Y no está mal, que quien se haga responsable de tener un animal bajo su custodia, reciba (parece que de forma online) las obligaciones a las que se enfrenta.
¿Toros?, fuera por estar catalogados por ser patrimonio nacional. ¿Incoherencias?, dejar fuera a los perros de caza, que sabemos son abandonados y sacrificados salvajemente, por presiones del sector.
Querido, también se recoge en la Constitución el derecho a la vivienda, y ya sabemos la inutilidad de ese artículo.
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Pilar: una de las ventajas del blog es la oportunidad de debatir. ¡Así me gusta! Y el abrazo de siempre. Veremos, de haber más comentarios, por dónde se decantan…
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Uyyyy, si me he extendido mucho, y no veas los matices que he dejado fuera 😃. Siempre abrazosssss enormes.
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🙂 Buenoooo, todo lo que se puede debatir.Lo que quisiera yo entender es, si un perro de las denominadas razas peligrosas,creadas por el hombre y en muchos casos para un uso contra el mismo hombre, te ataca por haberlo dejado su dueño salir a su libre albedrío ha hacer sus cositas en la calle, sin necesidad de estar el pendiente de limpiar nada, al humano ¿en que situación le deja?, uno no lleva un lector de chip encima y cuando llega la policía el «animalito ´´ hace tiempo ha huido y a ti no te ha dado tiempo ha ver en que portal se ha metido.Muchos huecos y flecos……Y eso siendo una defensora de la fauna en toda su extensión, bueno menos de las cucarachas y las moscas carniceras que ya sabemos por donde se pasean……
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¡Mucho donde rascar…! Porque las moscas carniceras tal vez tengan también sentimientos; amen, se entristezcan… En cualquier caso, Rosario, un beso.
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