¿JUBILARSE PARA CUÁNDO?

pensión 1Tomaba café con un grupo de colegas de toda edad y la conversación derivó hacia la de jubilación, cuya prolongación en años venideros implicará también, ¡faltaría más!, al personal sanitario. Somos en alguna medida responsables de que la pirámide de edad se esté invirtiendo: ensanchando por arriba y adelgazando su base al extremo de que pueda empezar a tambalearse pronto sobre la abscisa, así que habrá que asumir las consecuencias y posponer el cobro de la pensión para que ésta no termine por desaparecer y acabemos como aquel Coronel de García Márquez, esperando desde hacía quince años mientras se comía las uñas a falta de cosa mejor.Pensión 7

Y así seguimos, en el bar, debatiendo entre bromas el futuro escenario en lo que a nuestra profesión concernía. De ser cierto que los médicos suelen especializarse en aquello que más les preocupa -sugirió alguien-, en unos años habrá geriatras por un tubo… pension 4Pero no debemos afligirnos -tercié, recurriendo de nuevo a un Séneca leído hacía poco-: llegado el teórico tiempo del retiro, podremos conducir la actividad de los otros al modo de las Vírgenes Vestales que, tras aprender las funciones sagradas, pueden enseñarlas… ¿Vírgenes?, ¡pues vaya lo que se viene! -respondió uno-. ¿Y enseñar a quién, si ya no contratan ni al Tato?

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Los más jóvenes, médicos residentes, reían con esas y otras ocurrencias a mandíbula batiente, pero no así los más viejos; sobre todo por no mostrar algunos de nosotros algún que otro hueco en la dentadura. «Doctor, cada vez me cuesta más levantarme», nos dirán, y habrá que contestarles, a fuer de sinceros, «Pues si yo le contara…». pensión 2 «Por cierto, iba a recetarle algo que suele aliviar, pero ahora no me acuerdo de su nombre…» y, de nuevo, las carcajadas. «¿Le ayudo?» -se ofrecerá el paciente-. «No, no es necesario. A ver: tóquese usted, con los ojos cerrados, la punta de la nariz. Así… bueno: así pero más deprisa y no la mejilla. Es que me tiembla un poco la mano…». En ese tono continuamos durante un rato, suponiendo que en un tiempo éstas podrán ser escenas habituales en espera de una jubilación remunerada para algo más que las uñas del Coronel. Aunque podría suceder que a alguno, tras quitarse la bata, lo ingresen directamente para un chequeo, vistos los achaques. Y es que envejecer, como afirmara Gil de Biedma, el único argumento de una obra que, en espera de la pensión, podrá ser también tragicomedia. Y no sólo por lo que a los médicos se refiere.

Acerca de Gustavo Catalán

Licenciado y Doctor en medicina. Especialista en oncología (cáncer de mama). Columnista de opinión durante 21 años, los domingos, en "Diario de Mallorca". Colaborador en la revista de Los Ángeles "Palabra abierta" y otros medios digitales. Escritor. Blog: "Contar es vivir (te)" en: gustavocatalan.wordpress.com
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5 respuestas a ¿JUBILARSE PARA CUÁNDO?

  1. Mónica dijo:

    Me gusta la reflexión de la inversión de la pirámide de edad. ¡Es una realidad con consecuencias por llegar!

    Uno de mis miedos actuales es qué va a pasar con la edad de jubilación, primero si llegaré, y cómo (uyyyyy el otro día al acabar una guardia casi no era persona, y aquí entra lo de «no me accuerdo de su nombre»). Y después si llegaré a cobrar alguna pensión que compense en cierta forma el tiempo (entre otras cosas) que he dedicado a trabajar, en mi caso en un puesto público.
    Me huele mal. Creo que no hay buen pronóstico.

    Tenía en la cola de próximas lecturas «El coronel no tienen quien le escriba», pero creo que lo voy a posponer, hasta que se me olvide la asociación de ideas del post de hoy…

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  2. Te aconsejo que lo leas. Yo lo hice hace años y recuerdo que me encantó (con independencia del pronóstico de las pensiones; creo que se retrasarán en el futuro, pero no llegará la sangre al río). Entretanto, ¡A disfrutar! Y creo que tenía razón quien dijo que sólo es viejo quien se rinde.

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  3. Rosario Ferrà dijo:

    Me ha gustado mucho tu post. sobre todo por el humor que destila, y aunque los médicos más mayores puedan sentirse achacosos, siempre tienen en la recamara un montón de experiencia que, si no se cansan de ello, podrán poner al servicio de los más jovenes, y a la inversa, aunque supongo que los médicos siempre y cuando puedan, tambien se reciclan aunque lleguen a una edad en la que la mayoría de trabajadores de otras entidades ya creen saberlo todo. Eso recuerdo yo de uno de los mejores traumatólogos que conocí, no diré su nombre no sea que otros que tambien conocí se sientan ofendidos. Pero…¡ Olé la experiencia unida a los nuevos conocimentos! pues no crea eso el avance en la ciencia médica.

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  4. Rosario Ferrà dijo:

    Siento parecer quizá demasiado optimista, pero dado que seré una de las personas que cobrarán una ínfima pensión, pues es que ya ni me planteo que pueda echar mano de ella, así que el optimismo es mi mayor garantia de supervivencia.¡ Jeje!

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  5. No está nada mal el optimismo, aunque comer de él no sea empresa fácil…

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